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Paco es tan largo que no me quiero extender. Lo resumo. Viaje Londres-Valencia. Billete en Iberia; avión lleno de estudiantes veraniegos (varios grupos) de todas las edades acompañados por unas personas "poco responsables". 1. Seis horas de retraso en la salida. 2. Cambio de puerta de embarque cuando faltaban 10 minutos, sin previo aviso; todos estábamos en la puerta que habían indicado al principio. Os lo podéis imaginar, todos corriendo por un aeropuerto que no conociamos y la información en una lengua que no dominábamos. 3. Subida al avión; despegue y fiesturri general de viajeros jóvenes que no atienden a las quejas educadas que les transmito; azafatos ligando con las jóvenes para que pidieran bebidas de Cola que ni te atienden ni escuchan. Queja por mi parte porque algunos jóvenes se nos sientan encima del brazo, nos tiran una botella de agua, nos pisan, etc. Llamo al sobrecargo, le tiran también agua a él mientras hablaba con nosotros y disculpaba a los azafatos porque tenían mucho trabajo y no habían podido atenderme cuando mi luz llevaba 20 minutos encendida... No os cuento más; en una de estas que cuando el sobrecargo intentaba convencernos de que no presentaramos queja, recibe un empujón y casi cae al suelo. Se va rápidamente y por megafonía recuerda al pasaje la obligación de estar en sus asientos con el cinturón puesto. 4. Llegada a Valencia y pérdida de maletas.\nRespuesta de Iberia: piden disculpas por el retraso, omiten el resto de incomodidades del viaje y agradecen con buenas palabras nuestra queja que les permitirá en el futuro mejorar el servicio. Para recoger las maletas huvo que ir al aeropuerto, dos días más tarde, tras aparecer en Nueva York y volver a Valencia. Creo que todavía guardo las cartas correspondientes porque esta es la más gorda que nos ha gastado Iberia. Desde entonces prefiero volar con cualquier otra compañía; almenos es más barata.
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