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... espero que no des con su reverso.\n\n\nLAS CIUDADES Y LOS OJOS. 5\n\nVadeado el río, traspuesto el paso, el hombre encuentra enfrente, de pronto, la\nciudad de Moriana, con sus puertas de alabastro transparentes a la luz del sol, sus\ncolumnas de coral que sostienen los frontones con incrustaciones de piedra\nserpentina, sus villas todas de vidrio como acuarios donde nadan las sombras de las\nbailarinas de escamas plateadas bajo las arañas de luces en forma de medusa. Si no es\nsu primer viaje, el hombre sabe ya que las ciudades como ésta tienen un reverso:\nbasta recorrer un semicírculo y será visible la faz oculta de Moriana, una extensión de\nmetal oxidado, tela de costal, ejes erizados de clavos, caños negros de hollín,\nmontones de latas, muros ciegos con inscripciones desteñidas, asientos de sillas\ndesfondadas, cuerdas buenas sólo para colgarse de una viga podrida.\nDe parte a parte parece que la ciudad continuara en perspectiva multiplicando\nsu repertorio de imágenes: en cambio no tiene espesor, consiste sólo en un anverso y\nun reverso, como una hoja de papel, con una figura de este lado y otra del otro, que\nno pueden despegarse ni mirarse.\n\n(para mí esta ciudad invisible en su momento fue un cuadro de Delvaux, de ahí el recuerdo y de ahí la metáfora)\nhttp://criaturasimaginarias.files.wordpress.com/2007/11/delvaux.jpg
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