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Si, pues acabo de llegar de hacer el Camino de Santiago del Norte, y durante todo un mes he ido arrastrando ese peazo de tocho de guía de El País Aguilar que compré en FNAC a través de internet versión 2006 (supongo que cuando la compré la actualizada de 2010 que es más ligera aún no estaría editada) , para una mochila ya sobrecargada (14 kilos). Ahora bien, eso sí, muy completa y que me ha servido de gran ayuda.\nEn cuanto al camino en sí, me ha gustado y lo he disfrutado mucho, aunque también tengo que decir que ha habido cosas negativas y algunas decepciones: ciertas aptitudes de algunos peregrinos, de algún que otro paisano que me iba encontrando por el camino y de algún bar cutre que me ha cobrado 2 euros por un café con leche, 60 centimos más de lo que cobraba yo en la cafetería del hotel de 4 estrellas en el que trabajaba. \nPero lo más decepcionante de todo ha sido que este viaje espiritual, de desconexión y que yo pretendí intimista y más en soledad ha sido un viaje más bien multitudinario y banal, convirtiendose en una carrera sin sentido como si fueran las olimpiadas, pero que el premio en vez de ser una medalla, simplemente era tener una cama en el próximo albergue. Y todo eso en una de las rutas supuestamente "virgen", sin tanta masificación como la ruta del camino francés y sin ser aún pleno verano. Ya en el un programa de Comando Actualidad de TVE y en los vídeos que he repasado en los especiales de la Cadena SER se ve perfectamente que ha degenerado y banalizado todo. La esencia de lo que es el Camino se ha perdido para convertirse en una ruta turística más y cada vez más masificada. Pensaba hacer el Camino Frances en bici y lo estoy dudando. No obstante, insisto, si tengo que hacer un balance, el resultado ha sido positivo\n
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