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¡Aántza! ¡Por fin! Mira lo que me pasa por no hacerme caso, envuelto en guerras religiosas y, como los cruzados, lejos de casa.\nNo seas tan cara de ver. Tú nunca interrumpes. \nPor si la comunidad no lo sabe, Aranzazu es la causante, con sus preguntas, de mis últimos escritos sobre la arquitectura. Si es la culpable no me toca a mí decirlo.
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