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Nunca estás contenta Odisea. Te traigo un elefante (que buen trabajo me ha costado) y ahora me pides tigres y leones.\n\nRespecto la gata salvaje, déjala que viva donde quiera. Ponle comida junto a tu ventana, háblale para que se acostumbre a tu voz, sal fuera sin querer acariciarla, casi sin mirarla, para que se acostumbre a tu presencia. Y pídele perdón por todo lo que hemos hecho con su especie. Todo es infinitamente lento con los animales que han nacido con los genes de la desconfianza justificada por nuestro comportamiento.\n\nOtro día te contaré historias de mis encuentros con animales pretendidamente "salvajes".\n
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