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Querido Blas, parece que en un mundo muy injusto es donde vivimos. Esta crónica es un lujo, porque nos cuentas en tiempo real, lo que estás viendo y lo que estás viviendo. Gracias Blas, por tu tiempo, por recordarnos y por hacernos partícipes de la pura realidad, de la pura vida, tan distinta a la nuestra. Muchos besos.
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