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Como ya saben mis amigos, yo tenía el lomo perlado de estrellas doradas, fruto de pasearme bajo mimosas en flor, que me conferían un aspecto francamente atractivo e irresistible. Fui nombrado "Gato del mes" en mi barrio superpoblado. \nLas primeras sensaciones de alegría y lógico orgullo, fueron dejando paso a otras más mezquinas. Odiaba arrastrarme bajo los arbustos por el peligro de perder esas flores. Me di cuenta que, poco a poco, iba mirando de forma diferente a otros gatos menos afortunados. Gatutxa, que me quiere mucho, asistía apenada a la transformación de mi carácter motivada por una estúpida medalla.\nAún estaba a tiempo. El primer pecado es siempre más fácil de corregir. Me cepillé el lomo y me convertí de nuevo en aquél gato despreocupado de honores que vivía sin la preocupación de conseguirlos.
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