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La cicatriz es solo un ejemplo.\nUna bella adolescente padecía una ligera cojera. Un futbolista del Espanyol se enamoró de ella. Un día me hizo la confidencia de que no era una cojera, era una gracia que le había dado DIOS. Mi mujer tenía una clavícula rota en el parto. Para mí era un adorno. E mi profesión he observado muchos defectos corporales que que no impiden una vida en parela que para si quisieran muchas siliconadas.
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