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Joaquín, envaina de nuevo la espada que yerras por ver fantasmas donde no los hay. Y, al igual que en el juego del siete y medio, el pasarse es más grave que el quedarse corto. Pero toda controversia es estimulante si se aceptan y se creen las explicaciones. Si no se creen, la controversia, como nos enseñan muchos foros políticos y religiosos, es inútil y sólo destinada a la mejora del status del polemista en su círculo político o religioso.\n\nPrimero, lo más importante: Yo no tengo ninguna catequesis de ateísmo. Ya sé que lo usas como figura metafórica, pero ni eso. Porque te he explicado hasta la saciedad que yo no soy ateo. Te he repetido muchas veces que si considero soberbio definir lo que es Dios y lo que quiere, igualmente soberbio me parece lo contrario. \n\nEn el periódico de Emilia, miabuelapepa para todos, he expresado todas las opiniones que me ha parecido bien expresar. Y Emilia las ha recibido con independencia de estar a favor o en contra de ellas. Y nunca se me ha ocurrido preguntarle tal cosa. \n\nTambién debo decirte que no me ha pedido que te borre la dedicatoria de esta página. ¿No es cierto que fui yo quien se confundió al pensar que "emilio" eras tú? ¿No es cierto que pequé de ligereza pues hubiera sido muy sencillo averiguar su identidad clicando en su nombre? La historia la intento explicar en esta página y en la que dió pie a ésta. Es un puro acto de justicia. Además con Emilio Fuentes me ha sucedido ya dos veces, ésta y en una página de Elefante, que lo tomé por un anónimo. ¿No crees que si Emilio tuviera la mitad de susceptibilidad que muestras, pensaría, con motivos, que le tengo manía?\n\nY no ofendas a Emilia llamándola mi catecúmena. Me siento muy poca cosa para intentar convencer a nadie de nada (excepto que viva lo mejor posible). No querría caer en el vicio que tanto he criticado: el proselitismo.
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