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Mi querida Carmen......ya hemos hablado del tema por teléfono. Lo que planteas es muy cierto y estamos de acuerdo, pienso igual. Pero ¿qué pasa cuando perdemos nuestra capacidad de atendernos solos? Cuando por fuerza necesites de otro para realizar necesidades de la vida..? ¿Nos convertimos en una carga?\nNo llevará eso necesariamente plantear cosas trascendentales...y nos deje caer\nen depresión, el veneno más grande contra la vida? Habrá quien tendrá la suerte\nque le acompañe en ese estado de la vida un ser querido que le proporcione el afecto necesario, pero y si no lo tiene? O es justamente el único sustento económico, podrá dejar de trabajar para atender al necesitado? Como ves, hay\nmucha tela para cortar allí. Ya se sabe, para eso se han creado tantas medidas\nsociales y se ocupan de tantas gestiones gerontológicas...Mas creo firmemente\nque el cariño, el afecto y el respeto sigue siendo primordial también en esa etapa\nde la vida.....y sin beneficios económicos!\nUn abrazo muy fuerte, que espero pronto se haga realidad.
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