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Y, por último, salgo en defensa de esas persianas de librillo, correderas hacia el exterior, que tanto te horrorizan. No son la solución inmediata, lo sé, pues lo normal hubiera sido colocar unas persianas abatibles hacia la fachada lateral, pero esta solución permite graduar la dimensión de abertura de manera estable, cosa que no ocurre con una puerta abatible que sólo tiene dos posiciones estables, totalmente abierta o totalmente cerrada. Cada elección de grado de abertura de las habitaciones aporta una variedad de cuerpos salientes que enriquece la imagen exterior. Las sombras que crean son un elemento más de la composición. El conjunto es sencillo pero su lectura compleja. \n\nEsta solución de correr las persianas hacia el exterior tuvo su máxima expresión en las casas Catasús (1956) y Gili (1960), ambas en Sitges y en las que toda la persiana que cierra la sala se desliza por delante de un muro creado exprofeso para este fin. Te aseguro que el resultado es maravilloso. Prometo traerlas y dedicártelas.\n\nCoderch se distinguió por inventarse soluciones formales que no eran más que una forma de resolver problemas que no habían sido solucionados anteriormente. Como una forma de crear "tradición viva".
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