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Que continúe, que continúe. Dile al doctor Bleuler que me encanta esta manera tuya de crear una narración en torno a una pintura. Sí, sí, sí. Me parece un magnífico hallazgo. Que no te alejen de la biblioteca. Y qué buena selección de pintura tiene tu institución.\n\nA mí me gusta de Bruegel (además de todo lo demás) esa otra pintura del mismo año que la de tu excitante encuentro con la doctora Pi; me refiero a "La urraca sobre la horca". Los aldeanos bailan (incluso uno caga) sin ver el peligro que se cierne sobre ellos... \n\nComo muy bien ha contado la doctora Pi (me imagino lo guapa que debe de ser), la ceguera de uno de los ciegos del cuadro de Bruegel es forzada: lo cegaron (quizá) como castigo. Esto de cegar como castigo me lleva a una terrorífica historia que no sé si conoces: la del emperador bizantino Basilio II (958-1025), apodado "Bulgaróctono" o "Matador de búlgaros". En una de las guerras balcánicas de la época, los bizantinos pelearon contra los búlgaros en la batalla de Kleidion. El emperador Basilio hizo 1.000 prisioneros búlgaros, y cegó a 99 de cada 100 para que el que quedase con vista acompañase a las recuas de soldados ciegos hasta el rey búlgaro como muestra de su poder. De ahí su sobrenombre. \n\nSaludos. Te sigo leyendo.\nJ. \n\n\n\n\n\n\n
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