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Y no me resisto a no contaros una experiencia que me hizo ver cuánto me queda por aprender y cuánto tengo que agradecer por haber nacido geográficamente "bien", para poder vivir y disfrutar, y no sobrevivir o hacerlo en condiciones infrahumanas. \n\nSoy profesora y he intentado siempre aprovechar parte de mi tiempo en colaborar en la educación de gente a la que le era difícil acceder a ella. Estoy convencida, como apuntabas otros en este blog, de que la educación puede salvar al mundo. Como decía Sabina: "Que el diccionario detenga las balas". La cultura, el saber, son peligrosos para las dictaduras, para los grandes economistas que solo se preocupan de enriquecerse aunque sea a costa de seres humanos -pero también hay ejemplos de economistas responsables. La educación es peligrosa. \nParticipar en proyectos que intentan llevar formación no siempre es posible. Mis amigos y compañeros han luchado los tres últimos años por realizar unos cursos de formación a profesores en Guinea Ecuatorial. Una de las peores dictaduras del mundo, y menos conocida -astutamente ocultada por medios y gobiernos interesados. \nEste verano consiguieron por fin los visados. Al tercer día de comenzado el curso con profesores españoles entregados como formadores y profesores guineanos entusiasmados y deseosos de perfeccionar sus conocimientos, fueron interpelados a terminar el curso tajantemente. Los alumnos fueron convocados al ministerio. Esto, en un país como España, no causa más allá que preocupación. En un país como Guinea, causa pavor. Terror. \nLos nombres de los alumnos están en una lista negra. \nLos profesores fueron conminados, sin ninguna explicación, a abandonar el centro donde impartían el curso en su tiempode vacaciones, el pasado agosto. \nNo les echaron del país por temor a un problema diplomático, supongo. \n\nEl próximo año van a volver...o al menos lo van a intentar. \n\n
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