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Es que a veces, Cástor, en este campo de la arquitectura histórica nos quedamos con las imágenes pero perdemos lo que hay detrás de las formas. También nos perdemos la explicación de por qué un estilo se muestra de una forma en un lugar y diferente en el otro pues ignoramos las realidades del momento y lugar que los originaron.\n\nY ya que hablas de imitaciones, quiero explicarte mis dudas de última hora por incluir o no la catedral de la Almudena de Madrid en ese listado de influencias de Palladio. Porque la última influencia del palladianismo en España se encuentra precisamente en el proyecto de ese templo, redactado en 1950. Se le considera neoclásico tardío, muy tardío, demasiado tardío quizá, tremendamente tardío. Eso sí, liga chanchi piruli con el vecino Palacio Real, éste de 1738. \n\nPor cierto la vocación de lentitud en el desarrollo cultural y arquitectónico de la catedral de la Almudena ya se vislumbra con su nacimiento, a principios del siglo XX, cuando se construye la cripta en estilo … ¡neorrománico! (el gótico, que sustituye al románico, se inicia en el siglo XII). Años más tarde, se inician los trabajos correspondientes al interior, éstos ya en estilo … ¡neogótico! (algo hemos avanzado, pues el Gótico que precede al Renacimiento finaliza en el siglo XVI). Con estos precedentes, la fachada no podía ser culturalmente avanzada y decidió ser neoclásica, veinte años después del pabellón de Alemania de Mies van der Rohe en Barcelona. \n(http://lacomunidad.elpais.com/aa-albors-arquitecto/2008/2/12/los-origenes-del-minimalismo)\n\nGracias, Cástor, por tu aportación y por hacerme recordar el tema de las imitaciones.
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