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Gracias Teri pues sé de la sinceridad de tus palabras. Pero yo no me doy tanta importancia. Y lo digo en serio. Un médico debe curar y antes, escuchar. Si lo hace bien y esto es posible, el enfermo sanará. No hay más mérito que hacer bien su trabajo. En un arquitecto pasa igual, sólo que nuestros actos tienen menos trascendencia. Quizás por ello es más fácil dormirse en lo inane y así están las ciudades llenas de vulgaridad que no es otra cosa que trabajos no hechos a conciencia. Parece como si sólo pudiera elegirse entre la obra de arte genial o el bodrio. En el fondo es todo mucho más sencillo. Gracias Teri, a mí también me ha emocionado tu presencia.
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