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  • Mi Querido JUSTI..,\nEs que todo concuerda.., es suficiente que nos volquemos en los poetas, en sus legados deja-\ndos para la eternidad, sabiendo leer sus metáforas..., \nDejo aquí otra más que confirma lo mismo, con palabras de Miguel Hernández;\n\n\nLlamo a los poetas\n\n/Miguel Hernández. España, 1939.\nDe El hombre acecha. /\n\nEntre todos vosotros, con Vicente Aleixandre\ny con Pablo Neruda tomo silla en la tierra:\ntal vez porque he sentido su corazón cercano\ncerca de mí, casi rozando el mío.\n\nCon ellos me he sentido más arraigado y hondo,\ny además menos solo. Ya vosotros sabéis\nlo solo que yo voy, por qué voy yo tan solo.\nAndando voy, tan solos yo y mi sombra.\n\nAlberti, Altolaguirre, Cernuda, Prados, Garfias,\nMachado, Juan Ramón, León Felipe, Aparicio,\nOliver, Plaja, hablemos de aquello a que aspiramos:\npor lo que enloquecemos lentamente.\n\nHablemos del trabajo, del amor sobre todo,\ndonde la telaraña y el alacrán no habitan.\nHoy quiero abandonarme tratando con vosotros\nde la buena semilla de la tierra.\n\nDejemos el museo, la biblioteca, el aula\nsin emoción, sin tierra, glacial, para otro tiempo.\nYa sé que en esos sitios tiritará mañana\nmi corazón helado en varios tomos.\n\nQuitémonos el pavo real y suficiente,\nla palabra con toga, la pantera de acechos.\nVamos a hablar del día, de la emoción del día.\nAbandonemos la solemnidad.\n\nAsí: sin esa barba postiza, ni esa cita\nque la insolencia pone bajo nuestra nariz,\nhablaremos unidos, comprendidos, sentados,\nde las cosas del mundo frente al hombre.\nAsí descenderemos de nuestro pedestal,\nde nuestra pobre estatua. Y a cantar entraremos\na una bodega, a un pecho, o al fondo de la tierra,\nsin el brillo del lente polvoriento.\n\nAhí está Federico: sentémonos al pie\nde su herida, debajo del chorro asesinado,\nque quiero contener como si fuera mío,\ny salta, y no se acalla entre las fuentes.\n\nSiempre fuimos nosotros sembradores de sangre.\nPor eso nos sentimos semejantes del trigo.\nNo reposamos nunca, y eso es lo que hace el sol,\ny la familia del enamorado.\n\nSiendo de esa familia, somos la sal del aire.\nTan sensibles al clima como la misma sal,\nuna racha de otoño nos deja moribundos\nsobre la huella de los sepultados.\n\nEso sí: somos algo. Nuestros cinco sentidos\nen todo arraigan, piden posesión y locura.\nAgredimos al tiempo con la feliz cigarra,\ncon el terrestre sueño que alentamos.\n\nHablemos, Federico, Vicente, Pablo, Antonio,\nLuis, Juan Ramón, Emilio, Manolo, Rafael,\nArturo, Pedro, Juan, Antonio, León Felipe.\nHablemos sobre el vino y la cosecha.\n\nSi queréis, nadaremos antes en esa alberca,\nen ese mar que anhela transparentar los cuerpos.\nVeré si hablamos luego con la verdad del agua,\nque aclara el labio de los que han mentido.\n\nTodos Justi, desde nuestros puestos, en nuestro ámbito, comenzando \npor nuestro medio inmediato y personal hemos de actuar para mejorar, ¡no para destruir!,\nsólo así podremos lograr un desarrollo favorable donde todos tengan cabida.\n\nY retomo tu última frase : Que así sea, empezando con nuestra palabra,\nGracias amigo, poeta luchador con las palabras,\nMuchos besos\n\n\n\n\n \n\n
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  • 2009-02-07 14:42:22
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Metadata

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