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En Roma, hace unos años, al lado del Vaticano. El menú del día que estaba escrito en la puerta marcaba 8€ por persona. Cuando pedimos la cuenta nos clavaron casi 20€ per cápita. Al fijarnos en la factura nos damos cuenta de que nos habían cobrado por todo, literalmente: 2€ por sentarte en su mesa, 2€ por el servicio, 2€ por el pan, 2€ por los cubiertos, bebida, etc. Vergonzoso, ni los piratas somalíes...
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