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Me añado al "club" de los fados. Cuando estuve en Lisboa, en un restaurante nos sorprendió la cocinera con varias canciones a pelo que nos pusieron la piel de gallina...Cantó con su gorro y su uniforme. Todos los comensales del restaurante aplaudimos a rabiar. No sé qué nos gustó más, si sus fados, o su bacalao con patatas...Besos con saudade.
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