|
sioc:content
|
-
En un vuelo que hicimos mi mujer y yo dentro de los Estados Unidos, entre San Luis y Nueva York, en la sala de embarque había, :sentado frente a nosotros, un gordo inmeso, de esos que sólo se ven en América. Lo primero que se me vino a la cabeza fue: "Pobrcito el que le toque al lado". Pues la fortuna quiso que el pobrecito fuera mi mujer. La pobre se paso todo el vuelo inclinada forzosamente hacia mí empujada por las masas de grasa que sobresalian por todos los lados del asiento de ese señor. No recordamos vuelo más angustioso que ese que tuvo que sufrir mi mujer.
|
![[This page as RDF]](http://webenemasuno.linkeddata.es/static/rdf-icon.gif){kind=icon}