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No puedo por menos que rabiar leyendo tu aventura, interesantísima aventura. No soy miedosa en exceso, ni cortada pero ¿te imaginas a una mujer metida en ese tinglado? Viajar en bicicleta por Malasia. En fin. Si fuera cierto lo de la reencarnación y me volviera a reencarnar en mujer dedicaría mucho, muchísimo tiempo a las artes marciales para poder experimentar algunos viajes solitarios. Y no, no me sirve de consuelo el que los chicos os quedeis sin algunas experiencias propias de nosotras. No puedo remediar la envidia. Me alegro de que tu laringitis vaya desapareciendo y quedo a la espera del pedaleo. Un saludo.
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