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Estrella, cuando leí esos versos de María Beneyto por primera vez, tenia yo unos dieciocho años, ya había realizado lo que llamo "la gran huida", una escapada de mucho cuidado, casi cuatro años de viaje que me aportaron información para confiar. Algunas veces nos terminamos metiendo en laberintos pero ahí está la cosa, el disfrutar con el juego de salir de ellos.\nUn lugar del que jamás te puedes marchar es de los hijos, era mi gran miedo cuando vino mi hija, de ahí ya no se sale, nunca. Pero, todo lo demás si que tiene puerta de salida, buscarla y traspasarla sin miedo a mi me da buen resultado. Hay que dejar cosas atrás y a veces no lo tienes claro pero, si no se hubieses dejado atrás jamás podrían haber entrado otras.\nUn besazo, amiga.
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