PropertyValue
sioc:content
  • El hombre - y la mujer- son un fin en sí mismos, es decir no tienen valor ni precio ni pueden ser utilizados como medio para otros fines. Tienen dignidad y la dignidad es innata.\nNo se pierde jamás. No hay circunstancias por terribles que sean que hagan perder al ser humano su dignidad. Este es el fundamento de los derechos humanos. Estos no otorgan al hombre la dignidad sino que la reconocen como propio de la esencia del ser humano. \nEl artículo I de la Declaración Universal de los Derechos Humanos nos dice textualmente que:\n\nTodos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.\n\nEs decir, la dignidad tiene unas implicaciones éticas, así, el principio del respeto busca que en toda acción e intención, en todo fin y en todo medio, por la “regla de oro”, se debe tratar siempre a cada persona como a ti-mismo.\nSe han pisoteado y se siguen vulnerando los derechos humanos, ahora bien, te podrán quitar la libertad, privarte de todo lo que tienes y hasta quitarte la vida, pero nunca ninguna aberración humana podrá arrebatarnos la dignidad. Viktor Frankl lo expresa con estas palabras:\n\n"El hombre no es una cosa más entre cosas ... en última instancia el hombre es su propio determinante. Lo que llegue a ser, dentro de los límites de sus facultades, lo tiene que hacer por sí mismo. En los campos de concentración observábamos y éramos testigos de que algunos de nuestros camaradas actuaban como animales mientras que otros se comportaban como santos. El hombre tiene dentro de sí ambas potencias. De sus decisiones y no de sus condiciones depende cuál de ellas de manifieste. El hombre ha inventado las cámaras de gas pero también ha entrado en esas cámaras con la cabeza erguida y el Padreuestro o el Shema Yisrael en sus labios.\n \n
sioc:created_at
  • 2010-04-29 10:09:47
sioc:has_creator
is sioc:has_reply of
rdf:type

Metadata

Anon_0  
expand all