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Francesc, he debido de andar un tanto despistada, si no es por Mariano no veo tu comentario.\nNo veas lo que sufrió la buena de Doña Marcelina para convencer a mis padres, fue su trabajo más duro, aún después de conseguir la beca (10.800 pesetas de 1965... memoria la mía) ni por ésas querían. Es más, hubiera podido seguir estudiando a poco que se hubieran esforzado ellos, porque unos pueblos más abajo ya había un instituto y yo la beca no la perdí, pero... les importaba un pimiento. Bueno, en cuanto cumplí los catorce, les dije que yo "a servir a la capital no iba" y fue cuando me largué del pueblo a Santander. Y como dice un viejo amigo de por entonces: te hicieron fuerte.\nParecido a lo que sucede ahora en los coles.\nBesos.
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