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Esta es mi versión:\n\nHabía una vez una loca que, en su delirio, creyó que su destino era hacerse monja, y lo consiguió. El convento elegido por ella pensó que su locura era expresión de misticismo, así que fue aceptada. En Manila fue conocida como la loca monja (eran famosos sus cánticos delirantes en las misas a las que asistía), pero la Iglesia obligó, andando el tiempo, a invertir las palabras que se usaban para referirse a ella con el fin de que quedara claro que su misticismo estaba por encima de sus inclinaciones personales. Así, invertida y convertida en reclamo turístico, ha pasado a la historia.\n\nGracias y saludos.
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