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Uno de los privilegios de ser extranjera es que te puedes saltar algunas normas...y que te dejan entrar en lugares como esa tetería. Seguro que "revolucionaste" un poco el lugar.\nA mí me dejaron entrar en la zona reservada a los hombres en la Mezquita Omeya de Siria.\n\nEs curioso el artefacto y la historia del imán. Siempre me acordaré de la foto de la niña afgana del fotógrafo Steve McCurry.\nMe apunto el libro de Doris Lessing. A ver si un día fumamos un narguile juntas...Un abrazo.
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