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En ese instante se paro, no solo se paró el mundo, se paró la respiración, el crepitar de las llamas, el rugir del océano, la caida de las cascadas, el amar de los hombres, el sentir de las mujeres... todo, todo se paró.\n\nSolo quedaba retroceder en el tiempo, en los pensamientos, en el alumbrar de la vida, en aquello que no necesita al tiempo para continuar en marcha\n\nA sus ojos le llegarón pensamientos de otro lugar, de otro mundo, un peso que no tiene fuerza pero que pesa más allá de la razón, más allá del deseo.\n\nSe miró y vio la nada, se buscó y no se encontro\n\nsupo que eso era lo más parecido a una muerte fria\n\nel mundo caía por sus extremos frente a el que caó sobre si como ese castillo de naipes mal construido y peor diseñado
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