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Ya, tienen bastante razón en afirmar en que el sistema no está bien, pero cuando aseveramos esto nos olvidamos de un componente tan importante que está dentro de este mimos sistema que tanto criticamos, pero que la mayoría de las veces dejamos de lado.\n\n"La mataron por robarle el celular". Estaba embaraza, pero al ladrón no le importó. Cuántas veces hemos leído, visto u oido noticias como esta, y uno lo primero que hace es pensar en el "desgraciado" que no tiene sangre en las venas, que acaba con la vida de un ser humano sin la menor piedad. Pensamos en la familia de la pobre víctima. Cuán destrozada ha de estar después de recibir la noticia que uno nunca espera. \n\nY enseguida nos acordamos de otros casos similares, hasta de experiencias propias... Pero quién se pone a pensar en el vulgar cómplique que compra sin más ni más objetos de dudosa procedencia, porque simplemente le resulta más barato, y como es sabido, por qué va a pagar más cuando en tal hueca se ahorra unos cuantos verdes. \n\nEs una cadena larga. No tienes porqué comprarle al ladrón-asesino. Ellos hacen su trabajo, pero la cadena es larga. La tarea también está en nosotros. Si no hay demanda, no hay oferta. Así de simple funciona todo el mercado. \n\nSí, definitivamente, el sistema está mal. Esto lo aprendí con mi padre. No me lo dijo con estas palabras. Tampoco me lo enseñó con libros. Fue con algo mejor que eso: con el ejemplo. Nunca ha comprado en los puestos irregulares de la Bahía, en tal o cual hueca, porque son bienes "mal obrados". \n\nUno piensa que todos sus conocidos piensan así, pero con los años me he dado cuenta que he estado confundida. \n\n¿Quién comprará el anillo y los aretes que te robaron? A lo mejor, mañana los ves en las manos y en las orejas de alguna amiga, pariente o conocida.
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