Envolver con mis palabras tus silencios.\n\n
Rodear tu cuerpo con mis brazos para que no lleguen los días sin ti, interminables.\n\n
Conducir tus manos con las mías para acariciar los labios de tu sexo y recorrer tu cuerpo, lentamente, hasta sentir que te invade el placer, mi compañero.\n\n
Besar toda tu piel, tu boca, tus ojos, tus pechos y suavizar con mis labios la herida abierta entre tus piernas para que pueda, dulcemente, hundiéndome en tu cuerpo, ahogarme en las lágrimas de placer que derraman nuestros sexos al fundirse en un mar de deseos compartidos. \n\n
Y poseernos mutuamente sin saber dónde está la frontera entre los cuerpos.\n\n
Y ver que los obscenos deseos que me acompañan en mi soledad se convierten en dulces realidades con tu presencia.\n\n
... Que permanezca suspendido este presente.\n\n\n\n
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