PropertyValue
opmo:account
is sioc:container_of of
sioc:content
  • Querido Elly:\n\n

    Esta mañana hemos ido a visitar el mercado de Gorom-Gorom. Todavía los puestos no estaban abiertos del todo. Este mercado es muy famoso porque vienen mercaderes de todas partes y la diversidad de sus gentes es increíble. Pastores, artesanos, campesinos, comerciantes, todos ellos intercambian su mercancía. Los mercados y mercaditos siempre me han gustado mucho. En mi ciudad todavía me gusta pasear por entre las calles el día de mercadito. Antes, cuando era jovencita, era tradición ir el día señalado y darse una vuelta. Como era tradición ir una vez a la semana mínimo al cine, y tomarse el bocata de rigor antes de entrar, y después tomarse una cervecita y charlar de lo visto, sentido y aprendido. He perdido muchas buenas costumbres, pero de vez en cuando intento retomarlas. \n\n

    Los mercados de barrio también me gustan mucho, de siempre. En mi barrio no hay, pero las cajeras son bien simpáticas y si tenemos ocasión echamos charlas sobre el tiempo, el fin de semana y lo acontecido, del cabreo cansancio que llevamos por algo, o del embarazo de una, o cualquier cosa intrascendental que se tercie, pero que haga esos minutos agradables del día. Este mercado de Gorom-Gorom, muy parecido. Todos charlando y un ir y venir de gente por todas partes. Olores, colores, telas, y tierra. \n\n

    \n\n

    Al mediodía hemos visitado un poblado situado en las dunas, cerca de Oursi. Lo más al norte del país. El paisaje era precioso. En este poblado de calles de fango y arena, los niños han salido corriendo por todas partes y nos han querido acompañar durante todo el trayecto hasta arriba de las dunas cogidos de nuestras manos.\n\n

    \n\n

    En el poblado de las dunas, los niños, al ratito, se les ha pasado lo de pedir cadó, y sólo peleaban por coger nuestras manos, por pasear con nosotros, preguntarnos el nombre y repetirlo mil veces como nosotros hacíamos. Imitar nuestras expresiones, ¡¡Qué calorrrrrrrrrr!! Decían entre risas. Para qué comprendiesen, nos abanicábamos con la mano o nos quitábamos el sudor repitiendo la expresión. Ellos reían y reían. Y mientras esperábamos a que nos viniesen a buscar, todos sentados en el camino a la sombra de un árbol, jugando a las palmas y cantando. Pasando unos momentos en la tarde. Ahora están de vacaciones, aunque algunos realicen trabajos en el campo. Cuando nos hemos marchado, niños y mayores que andaban cerca de allí nos han despedido con las manos, con las sonrisas. Y nosotros, agitando nuestras manos, recordando a uno de los niños más pequeños de la aldea, lleno de moquitos, con la mirada triste pero con ansias de ser el primero en ir cogido de la manita, de buscar su sitio entre los niños más mayores, que algunos le apartaban y otros le acercaban para que pudiese ir cogido de la mano. Ese niñito, que pese a decirle que se quedase en la aldea con sus mayores pues el ascenso a las dunas era en plena hora de calor, él ha sido uno de los tres niños, que empecinados y pese a nuestras advertencias, han subido con nosotros. \n\n

    \n\n

    \n\n

    A la bajada, de nuevo todos los otros niños, se han vuelto a arremolinar en torno a nosotros. Uno llamándonos amigos y nosotros a ellos. ¡¡Mi amigo!! Y allí se han quedado, y nosotros hemos seguido el camino de tierra hasta Ouahigouya, descendiendo por el noroeste. La llegada a la ciudad ha sido preciosa. Bosques de baobabs, alamedas de baobabs, niños, mujeres y hombres caminando por la carretera, a pie, en bicis, al atardecer. A la caída de la tarde sobrevenía un nuevo revivir del espíritu. En la ciudad, la gente se iba retirando de sus puestos de mercado, retirando la mercancía, charlando entre ellos. Aquí hemos ido a un hotel. Camas y ducha. Entre los que allí se alojan no se ven extranjeros. Por la noche hemos salido a cenar cerca de allí. La única carretera asfaltada es la principal. En un barecillo hemos cenado pollo con ajo. Rico, rico. A la salida, hemos decidido dar una vuelta por la ciudad. Siguiendo la calle principal, con sus motos pasando, sus coches, su gente charlando en la calle, en los puestecitos todavía abiertos. Nos hemos cruzado con Ado y preocupado nos decía qué hacíamos por ahí. Es muy simpático y nos cuida a todos mucho. Él aprovechaba para ver a sus amigos. A Pierre lo hemos encontrado sentado en un puestecito charlando con la gente de la ciudad. Nos llamaba desde la otra parte de la calle. ¡¡Cristina, Cristin!!!Una compañera del viaje se llama como su madre y se ha aprendido el nombre al instante. A veces la llama Cristin y otras veces, mamá. Ambos ríen con la broma y todos reímos. ¡Hola, ma fille! Le dice Cristin. ¿Qué tal??? Pierre es muy bueno y muy cachondo. Todos le tenemos mucho cariño. \n\n

    De repente, agua y más agua ha empezado a caer y nos hemos refugiado bajo un techo. Allí, la vida en la calle seguía bajo la lluvia. \n\n

    Elly, ya vamos a cruzar hacia Malí. Vamos a ir a una caminata por el País Dogón. Todo esto son nombres para mí hasta que no conozca bien sobre el terreno. El país Dogón. Suena bien ;;)) y por fin, vamos a caminar!!!\n\n

    Un abrazo, \n\n

    Julia. \n\n

    Pd. Esta noche voy a dormir a pierna suelta soñando con el país Dogón o simplemente soñando, con todas las sonrisas que a lo largo de estos días, hemos visto e intercambiado. Hablé con Jorge y María. Muchos besos y cariño han recorrido las líneas de teléfono. Jorge está deseando que le cuente todo con detalle y verme a mí en detalle y yo a él. María quiere conocer a todos los amiguitos que estoy haciendo y que no me olvide de llevarle un regalo, y que para el próximo viaje, Jorge y yo nos la llevemos con nosotros aunque sea incluso, hasta Alaska. Los abuelos dicen que a ver cuándo llego, que la nena baila y baila. Yo les digo, que a la otra nena, hace años, también la dejasteis bailando muchos veranos mientras vosotros danzabais y seguís danzando durante todo el año ahora que podéis ir cuando se os tercia. Los abuelos ríen, y cuentan que María, hoy se metió un trompicón corriendo por una cuesta. Tiene pupas, pero el cura, cura sana que le he mandado desde África, se las ha curado todas y vuelve a sonreír. Jorge dice que eso de estar él con los abuelos una semana, una y no más, santo Tomás ;) Pero se va a tomar un arrocito con ellos que le mola mogollón. Después, se va con María al parque natural de Cabárceno (en Cantabria) a pasar una semana y ver animalitos. Allí estuvimos él y yo hace años. Jorge me llevó cuando María todavía no había nacido, y lo pasamos estupendamente. Espero que lo disfruten y me cuenten muchas cosas. En dos semanas, estoy allí. \n\n\n\n

    \n

    Dimanche à Bamako (trailer)

    \n\n \n\n

    Ismaël Lo - Dabah

    \n\n \n\n\n\n\n\n\n

sioc:created_at
  • 2008-09-27 14:42:40
is sioc:creator_of of
is opmo:effect of
sioc:has_container
sioc:has_creator
sioc:has_reply
opmo:pname
  • http://lacomunidad.elpais.com/africaverde2/2008/9/27/cartas-elly-5- (xsd:anyURI)
sioc:title
  • Cartas a Elly (5)
rdf:type

Metadata

Anon_0  
expand all