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  • A través de la llanura sin fin (27)\n\n

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    Tomás se aplicaba en tomar notas y notas de todos los animales que allí en la llanura había visto convivir a lo largo de los pocos días que allí llevaban. Los había visto juntos o separados a pocos kilómetros, descansando en la llanura, correteando, viviendo. Le habían contado las migraciones de los ñus, la crianza de los cachorros, las peleas entre machos, la sociabilidad de los babuinos, la reorganización entre los clanes, las necesidades y su lucha para sobrevivir que cada uno tenían en su búsqueda de comida, agua y territorio, y los juegos y aprendizaje de las crías. \n\n

    Pero Tomás no podía apartar sus ojos de aquella llanura, de aquellos animales que los largos momentos de su día a día los pasaban viviendo su vida en libertad, ajenos a todo, respetando su naturaleza y la de los otros, hasta que llegaran aquellos momentos en los que animales eran y actuaban por instinto de supervivencia, pues otra manera de sobrevivir no tenían. \n\n

    Entonces pensaba en el hombre, pensaba en lo que se llamaba ser humano. Un animal producto de la evolución, y en ese proceso, el ser humano había desarrollado una inteligencia, su manera de sobrevivir. Un ser humano que había comenzado imitando y observando y aprendido de su entorno, de todo lo que le rodeaba en la naturaleza. Cogiendo de ella todo lo que le beneficiaba, moldeándola a ella en su beneficio como especie. Un ser humano que había desarrollado unos sentimientos hacia su especie, un ser humano que entre esos sentimientos había desarrollado la capacidad de disfrutar de su entorno, ser consciente de uno y del otro, y luchar por sus iguales de especie, luchar por él mismo, luchar por su presencia en la vida y conseguir vivir en paz en su libertad. Ese mismo ser humano era capaz de desarrollar un sentimiento contrario, algo que en la naturaleza no se daba. Un sentimiento de destrucción total. Un ser humano desligado del mundo natural pero dependiente de ella. Un ser humano que mucho tenía que aprender de los animales pero que no tenía porque escudarse en el comportamiento natural de ellos para justificar sus tropelías, pues los animales, animales en su naturaleza seguían y su mundo tenían, y el ser humano, desligado, para bien y para mal de ella, y perdido en ella, por no comprender, en muchas ocasiones, maltrataba a sus semejantes y maltrataba a su propio hogar, como un niño caprichoso e incomprendido. \n\n

    El ser humano, por casualidades de la vida en su genética, como la de muchos animales, desarrolló una inteligencia humana. Conseguir la posición erguida, para sobrevivir en la llanura, fue toda una explosión. Su anatomía cambió y con ello pudo emitir sonidos a través de su laringe y palabras y la tráquea y su respiración, producto de una evolución previa en su manera de pensar y de comunicarse, en su manera de pensar y reflexionar, y todo lo que ello conllevó. Una inteligencia con capacidad de observar su entorno y aprender de todos y todo lo que le rodeaba, y eso le hizo subsistir a las peores condiciones y adaptarse. Gracias a todo lo que aprendía de su entorno, y de unos y otros. Pero esa inteligencia, también le causó sus propios monstruos. Como pensar que él está por encima de todos y todo, que él puede mandar sobre el planeta, que él es capaz de aniquilar y crear, que puede arrasar con todo en su propio beneficio, jugando a ser un dios, inventado por la conciencia humana, con la naturaleza y con los de su especie. Pensando que él, hombre individual, puede mandar sobre todos y puede usar a los demás y todo lo demás en su propio beneficio. \n\n

    También pensó en los monstruos menores, como los sentimientos que al ser humano le paralizaban como la pena, el dolor, el sufrimiento y la soledad, en su civilización desarrollada. Estos eran humanos y el ser humano se reponía a ellos, junto con ellos, y humano lo hacían, como los sentimientos de alegría, felicidad y disfrute. \n\n

    Los anteriores de aniquilación y complejo de Dios, lo convertían en un monstruo, no producto de la naturaleza, sino de sí mismo. \n\n

    Tomás pensaba en todas estas cosas y muchas más mientras recorría la llanura. \n\n

    Al caer la tarde, siempre le había parecido divisar, allí en la lejanía, en la neblina humeante que el sol dejaba a ras del suelo, la figura de un hombre solo caminando por la llanura. Pensaba en Danca, Danca, el hombre que amaba a los animales de aquel parque, como Hans le había contado, y muerto por el ataque de un león e imprudencia y locura de otros hombres “desarrollados” que muerte al león le querían dar por simple deleite y locura de querer vencer al que la mentalidad humana consideraba “el fuerte” cuando el león sólo se trataba de una animal más en ese engranaje de la naturaleza. \n\n

    Había hablado mucho de todo esto con un par de guardas del parque. Ellos le decían que era más o menos así, como él pensaba. \n\n

    - Nosotros, nuestra cultura, no había seguido los pasos de la vuestra. Nosotros hasta ahora, nos hemos desarrollado en total contacto con la naturaleza, como si fuéramos uno más, con total respeto por ella. Cazar un león con nuestras herramientas y conciencia, era un acto de magia, era un acto de valentía, para poder proteger a la tribu y demostrar que podíamos. Hemos seguido muchas costumbres ligadas al reino animal, ligadas a la tribu, incluso en nuestra propia organización social entre hombres y mujeres. Han permanecido muchas creencias ancestrales y de clan. Pero hemos cambiado, hemos cambiado y estamos cambiando. Nosotros, que aquí trabajamos en el parque y nos hemos formado en la cooperativa, tenemos respeto por nuestra naturaleza, tenemos respeto por nuestra comunidad, por el campo que nos da de comer, por las mujeres y hombres que la integramos, por la tierra que pisamos todos los días y su calor y fresco sentimos en nuestros pies, por nuestra música, nuestros bailes y nuestra artesanía. Es una dura tarea, es dura lucha de todos, es una lucha contra otros sistemas de vida desarrollados, pero lo estamos intentando, luchando contra lo antiguo de aquí y lo antiguo que desde países desarrollados nos traen, con esas empresas contaminantes, ese desarrollo que esquilma la tierra y el alma. Somos pocos los que aquí creemos en esa forma de desarrollo, pero lo estamos intentando, lo vamos alternando, vamos a seguir luchando en esta dirección. \n\n

    Tomás escuchaba las palabras de aquellos jóvenes, mujeres y hombres, y empezó a sentir, por fin, que a un lugar pertenecía, por muy pequeño que aquel lugar fuera. Y sus pies, su cabeza y su corazón se sintieron firmes sobre la tierra. \n\n

    Cuando Tomás vio a Hugo, le preguntó por la pareja de viajeros, y Hugo le dijo habían conseguido arreglar el coche por la mañana y habían partido hacia una localidad próxima para buscar una pieza que el motor necesitaba, pero prometieron que en dos días volverían a saludarlos y darles las gracias. \n\n

    Cuando llegó al porche encontró a Julie sentada en las escaleras. Entristecida y con la cabeza metida entre sus piernas. \n\n

    Le preguntó qué es lo que le pasaba. Ella contó lo sucedido con la voz entrecortada. Aquella tarde, había dejado abierto su diario encima de la mesa del porche, había escrito un nuevo día. Al poco rato, marchó a jugar con sus amigos y se olvidó del diario. Sólo recuerda que tuvieron que volver al albergue cuando un fuerte vendaval se levantó. Ella no recordaba que había dejado su diario sobre la mesa, hasta bien entrada la noche. Cuando salió al porche, lo encontró en el suelo. La carta de Sasa había volado, había desaparecido. \n\n

    Tomás intentó calmarla, pues sus ojos se llenaban de lágrimas. \n\n

    - No te preocupes. Mañana por la mañana, con luz, saldremos a buscarla. No te preocupes, la carta aparecerá. \n\n

    Pero Julie no dejaba de llorar. Cosmas, Sanga y Arisa, fueron a por ella y a su lado se sentaron en silencio escuchando la noche. \n\n

    Cuando entró en el albergué y se dirigió por las escaleras hacia la habitación, le pareció escuchar el llanto de una mujer en el baño. Los suspiros y lamentos le parecían la voz de su tía Lucía y su alma se encogió. Nunca la había visto llorar. Nunca había sentido llorar a un adulto. \n\n

    El se sentó en los peldaños de la escalera y dejó pasar el tiempo. No quería llamar a la puerta, pero quería hacerle compañía. Al rato escuchó correr el agua por el grifo y Lucía abrió la puerta con la cara húmeda. \n\n

    - ¿Qué haces sentado aquí?\n\n

    Le preguntó a Tomás con el rostro tranquilo pero avergonzada. \n\n

    - Te escuché llorar. \n\n

    - Ya\n\n

    - ¿Por qué lloras Lucía? Tú eres fuerte. Yo te imaginaba fuerte. No puedes llorar, Lucía. \n\n

    - No digas eso Tomás. No digas eso. ¿Qué tiene que ver ser fuerte o no? A veces, necesitamos llorar, otras veces no podemos llorar aunque lo deseemos, y otras no podemos parar de llorar. Yo ahora lloro, y quiero llorar. Mañana será otro día, pero siempre, aunque tú no lo veas o no lo quieras ver, hay una persona en el mundo que tiene lluvia en los ojos. Yo hoy he sido una de ellas. Mañana volveré a sonreír, y no pasa nada, Tomás. Todos somos fuertes cuando lloramos y cuando reímos. Eso es lo que nos hace fuertes. \n\n

    Lucía acarició la cabeza de Tomás temblorosa y se dirigió al salón donde Hans la esperaba preocupado, pero sonriente, mirando de nuevo aparecer a Lucía, con una carta abierta sellada y certificada desde el extranjero. \n\n

    Cuando llegó a su lado, le dio un fuerte abrazo y los dos se sentaron en torno a la mesa en silencio. \n\n

    Tomás, cansado pero seguro de estar donde estaba, se subió al cuarto y pasó toda la noche pasando a limpio sus anotaciones. Estos eran algunos animales que había visto en el parque a lo largo de esos días, y siguió con sus anotacionesm junto con las que ya había hecho de las cebras, jirafas y babuinos. Sus últimas anotaciones las dejaría para las hermosas aves y pájaros que había visto. Había disfrutado enormemente viéndoles en la llanura tan vivos en su mundo natural. Ese mundo del que todos veníamos, aunque en otro mundo natural-humano se viviera, con sus reajustes, con sus equivocaciones, con su falta de humanidad en muchas situaciones, con su gran humanidad en otras. Y él quería vivir en un mundo que contuviese la hermosura del mundo natural y que su mundo natural-humano se desarrollase humanamente, y desenmascarando o desliando un mundo antinatural-monstruoso y no creando nuevos mosntruos. \n\nTomás era un joven de dieciséis años con toda una vida por delante. Los jóvenes guardas, hombres y mujeres, amaban su tierra, y tenían toda una vida por delante. De un lugar y de otro, todos intentaban aprender lo mejor de unos y de otros y analizar lo peor para reconvertirlo en algo positivo para todos los que el planeta habitaban. \n\nAquella noche, cada uno ocupando una estancia diferente del albergue, en su interior, hablaban entre susurros. Afuera, un fuerte aguaceró cayó. \n\nPor la mañana, el sol volvió a salir y todos siguieron su camino, aunque Julie y Lucía se levantaron lentas de movimiento, pero mirando de nuevo la llanura, y estando entre sus amigos, recuperaron un poco el aliento que les faltaba aquel día. \n\n\n\n\nNombre en swahili: Tembo\n\nAltura: 350, 300 cm \n\nPeso: 5750/3800 kg\n\nGestación: 22 meses\n\nCrías: 1\n\nEsperanza de vida: 65 años\n\nActividad: Día y noche\n\nComida: Hierba, hojas, frutas,...\n\nOrganización social: Gregarios, matriarcado, no territoriales.\n\n\n\n\n\n\n\nNombre en swahili: Dikidiki\n\nAltura: 39 cm \n\nPeso: 5kg\n\nGestación: 6 meses\n\nCrías: 1\n\nEsperanza de vida: 9 años\n\nActividad: Día y noche\n\nComida: Hojas y frutas\n\nDiferencia entre sexos: Los machos tienen cuernos.\n\nOrganización social: Solitarios o en parejas. Territoriales.\n\n\n\nNombre en swahili: Msongo/Duma\n\nAltura: 86cm\n\nPeso: 50/42 \n\nGestación: 3 meses\n\nCrías: 1-5\n\nEsperanza de vida: 16 años\n\nActividad: Día\n\nComida: Carne, pequeños animales, pájaros.\n\nDiferencia entre sexos: El macho es un poco más ligero.\n\nOrganización social: Parejas, hembras con crías, solitarios, no territoriales.\n\n\n\nNombre en swahili: Simba\n\nAltura: 115/91 cm \n\nPeso:220/150\n\nGestación: 3,5 meses\n\nCrías: 4\n\nEsperanza de vida: 20 años\n\nActividad: Noche\n\nComida: Carne, mayoritariamente de los ungulados. \n\nDiferencia entre sexos: Machos más grandes\n\nOrganización social: 2-30 mienbros. Un macho dominante o dos hermanos. Territoriales.\n\n\n\n\n\n\n\nNombre en swahili: Swala Pala\n\nAltura: 90, 86 cm \n\nGestación: 6,5 meses\n\nCrías: 1\n\nEsperanza de vida: 12 años\n\nActividad: Día y noche\n\nComida: hierba y hojas\n\nDiferencia entre sexos: Cuernos de los machos más grandes.\n\nOrganización social: Gragarios, territoriales durante la ruta. \n\n\n\n\n\n\n\n\n\nNombre en swahili: Dondor/Isha\n\nAltura: 52cm\n\nGestación: 6meses\n\nCrías: 1\n\nEsperanza de vida: 12 años\n\nActividad: Día y noche\n\nComida: Hojas, hierba, fruta, bulbos\n\nDiferencia entre sexos: Machos con cuernos.\n\nOrganización social: Solitarios, parejas, madres y jóvenes, territoriales.\n\n\n\nNombre en swahili: Mbogo/nyati\n\nAltura: 140/170 cm\n\nGestación: 11 meses\n\nCrías: 1\n\nEsperanza de vida: 23 años\n\nActividad: Día y noche\n\nComida: hierbas, hojas,...\n\nDiferencia entre sexos: \n\nOrganización social: Gregarios\n\n\n\n\n\nNombre en swahili: Fisi/Nyangao\n\nAltura: 77cm\n\nGestación: 2,5 meses\n\nCrías: 14\n\nEsperanza de vida: 12 años\n\nActividad: Día \n\nComida: Carne\n\nDiferencia entre sexos: Ninguna\n\nOrganización social: Gragarios, de 6 a 30 miembros. Dominantes macho y hembra. No territoriales\n\n\n\nNombre en swahili: Ngiri\n\nAltura: 70 a 60 cm \n\nGestación: 5,5 meses\n\nCrías: 1/8\n\nEsperanza de vida: 20 años\n\nActividad: Día \n\nComida: Raíces, fruta, hierba,...\n\nDiferencia entre sexos: Machos más grandes.\n\nOrganización social: Grupos familiares de 4 a 10. Matriarcado, no territoriales.\n\n\n\nNombre en swahili: Faru\n\nAltura: 135/230 cm \n\nGestación: 8 meses\n\nCrías: 1\n\nEsperanza de vida: 40años\n\nActividad: Día y noche\n\nComida: Hierba, hojas, ...\n\n\n\nOrganización social: Solitarios o con una cría, territoriales\n\nHábitat: Bosques de acacias de la sabana\n\nNombre en swahili: Nyumbu ya montu\n\nAltura: 150/135 cm\n\nGestación: 8, 5meses\n\nCrías: 1\n\nEsperanza de vida: 20 años\n\nActividad: Día mayoritariamente\n\nComida: Hierba corta\n\nDiferencia entre sexos: Hembras más grandes\n\nOrganización social: Gregarios, un macho muchas hembras\n\n\n\n\n \n\n \n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n

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  • 2009-07-11 16:03:45
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  • Viajando al interior del corazón del león (27)
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