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  • A través de la llanura sin fin (30)\n\n

    Por y para la niña "Sanga", el niño "Cosmas" y la niñita "Arisa" Ellos son, ellos están, ellos vivos están en la realidad y en el recuerdo, como todos los niños son. Por todos los niños que en el mundo son y están. \n

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    En recuerdo del león y la naturaleza animal y humana. Que nunca perdamos la admiración, respeto y amor por los animales naturales ni por los por los humanos naturales. \n\n

    En recuerdo del arte de Tunda. Artista de la vida como los haya.\nPor tod@s aquell@s, que tant@s son, de aquí y de allá, y que son la inspiración de estos cuentos, para ellos y por ellos, de todas las especies y edades, que conviven en la llanura sin fin. \n

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    Los meses pasaron. Lucía había viajado a Europa con Julie y Tomás, y había vuelto de nuevo. Muchas cosas allí pasaron. La aldea era la misma y ya no era la misma. \n\n\n\n

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    Neyare había sufrido un duro golpe cuando recibió la noticia del fallecimiento de Tunda. Ella seguía trabajando día y noche, aunque el brillo de su mirada había desaparecido y vuelto a renacer cuando a los meses recibió una carta de Sabo. Sabo escribía desde un país que ella no conocía. Les contaba que no se pudo comunicar antes pues sus primeros años allí fueron de infierno y supervivencia. Pero que por fin había conseguido un trabajo y documentos. Les mandaba algo de dinero y les prometió que iría mandando todos los meses una cantidad, y que en cuanto pudiese, volvería a visitarlos. Neyare, lloró de alegría en aquel momento y besaba esa carta todas las noches antes de irse a dormir, como besaba la última escultura que Tunda le regaló. La energía de Tunda seguía con ella. Neyare seguía trabajando en la cooperativa, y había conocido recientemente a un joven músico que había decidido empezar a estudiar. Nunca tuvo la oportunidad, pero quería aprender a leer y a escribir. Sin saber leer ni escribir, componía unas hermosas canciones hablando de amor, hablando del sufrimiento de la mujer africana, hablando de todas sus esperanzas y sueños y su vitalidad. Neyare le enseñó a leer y a escribir, y él muchas cosas más a través de sus canciones. \n\n

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    Julius optó finalmente por marchar a estudiar con la beca, pero se aseguró de dejar a cargo a una persona formada en tecnología e informática en la cooperativa para que siguiese formando a más personas. El volvía todos los veranos y cuando podía para seguir mejorando el trabajo allí. Julius conoció a una europera que fue su gran amor y los dos juntos, formaron una familia con los sobrinos que Julius había adoptado tras el fallecimiento de su hermana y cuñado. Pasaban largas temporadas en África, con su gente, con todos ellos, intercambiando y aprendiendo. \n\n

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    Julie y Tomás volvieron con el corazón en un puño. Julie seguía manteniendo correspondencia con Cosmas. Se escribían en sus respectivos idiomas e iban aprendiendo poco a poco el uno del otro. Cosmas siempre terminaba sus cartas diciéndole que “En cuanto tenga vacaciones, yo también iré a visitarte allí y aunque no podamos trepar por los árboles en el parque, nos lanzaremos por esas laderas, toboganes, tan chulos que me dibujas” Julie le prometía que ella, en cuanto tuviese trabajo, dentro de algunos años, iría a vivir allí. Y que “Sasa eran Rafiki y que siempre serían Rafiki Julie guardaba muchos recuerdos y sentimientos que le unían desde aquellas vacaciones que pasó allí y le hizo una enorme emoción comprobar que el nombre de Sasa, significaba “ahora” ¡¡¡Cuántas ganas tenía de abrazar a Sasa y volver a ver de nuevo a su amiga Sanga, a su amigo Cosmas, y a la pequeña Arisa!!! Seguro que Sanga era una joven de armas tomar, y la pequeña Arisa sería una hermosa mocetona. Las dos acabaron siendo lo que querían ser. Julie, antes de irse de allí, le pidió a Mandi que le regalara un dibujo que Cosmas pintó cuando se conocieron y lo miraba divertida. Ese niño, sin ella saberlo, había atrapado su corazón. Joven era, pero ya empezaba a sentir el amor y sus alegrías y sus penas. Pero ella, como le habían enseñado sus amigos, corretear por el verde nunca lo olvidaría. \n\n

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    Tomás, empezaba sus cursos preuniversitarios, y se fue orientando por las ciencias naturales y seguía manteniendo correspondencia con algunos de los guardas del parque y con Hans. Su sueño era poder estudiar en la universidad y solicitar una beca para trabajar con todos ellos y seguir investigando en la llanura, trabajando con la gente de allí.\n\n

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    Hugo volvió para Europa para estar cerca de Sasa y su familia. Sasa era su reina africana. El marido de Sasa había marchado a Europa mediante la ayuda de un familiar que llevaba trabajando allí desde hacía ya muchos años, y se había llevado a toda la familia. El marido, enfermó al poco tiempo y falleció, y Sasa se quedó allí sola con las dos niñas. En cuanto supieron de la triste noticia, Hugo no lo pensó dos veces y marchó para estar al lado de su reina africana. Su reina Sasa. Ahora estaban pensando si seguir allí viviendo o volver a África. Esas fueron las últimas noticias que Julie recibió de su amiga Sanga. \n\n

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    Hans recibió la visita de sus hijos. Ahora era abuelo. La familia se había ampliado y su corazón volvía a latir de emoción. Seguí latiendo por el pasado, por el presente y por el futuro. \n\n

    Lucía volvía e iba desde Europa hasta a África y sentía que pertenecía tanto a un lugar como a otro, y no se podía desvincular de ninguno de los dos. Eran sus dos lugares en la tierra. Eran, sus dos corazones en la tierra. \n\n

    Las cosas en la aldea seguían y seguían, iban desarrollando su proyecto, pese a la escasa ayuda que el gobierno les dio. \n\n

    La escuelita cada vez crecía más, la cooperativa iba creciendo, los servicios sanitarios mejorando, y hombres y mujeres se iban entendiendo mejor. Los niños, seguían riendo, cantando y corriendo por el verde. \n\nY Dunca y la leona, y el pájaro de la rama, seguían recorriendo el parque, fundidos el alma en una, rugiendo penas e injusticias vividas y sufridas, y denunciadas, y cantando alegrías cotidianas por lo vivido, por lo hecho, por sus sueños y esperanzas,\n\n

    y todos, se tenían a todos, siendo, estando y viviendo, estuvieran o no estuvieran, pero vida, lo más hermoso de la vida, todos ellos eran. \n\n

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