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Aún perdura en su mente el aluvión de recuerdos vividos durante su ultima escapada, tantos momentos, tantas sensaciones que serían dificiles de resumir en un solo breve relato. \n\n- !!! Eric gira a la derecha !!! - grito Veronica al ver pasar el desvio que les llevaba a uno de los lugares que querian visitar. \n\nLas calles eran estrechas e impedian hacer un giro, al final de la pequeña calle había un pequeño ensanchamiento donde pudieron, no sin dificultad, dar la vuelta y volver sobre sus propios pasos. \n\n- ¡¡¡ Otra vez nos lo hemos pasado !!! - le volvio a recriminar Veronica, que fácil es ser copiloto y que dificil conducir hacia lo desconocido. \n\nEric piso en seco el freno al ver un sitio libre donde aparcar. - ¡¡¡ MIO !!! y encima a la sombra - \n\nUna calle empinada se abria paso a su izquierda, asfaltada con piedras de canto rodado lo que dificultaba el transito de otros coches, como por ejemplo el cochecito de paseo de Unai - No hay problema, lo llevo en brazos - afirmo Eric ante tal situación. \n\nUn cartel pequeño les indicaba el camino hacia su destino, discreto pero con un gran mensaje ... "Museo del juguete". La ubicación de este museo estaba en una casa típica de la sierra de Albarracín, casa de tres alturas, abuhardillada y con las fachadas cubiertas con un yeso de color rosa palido característico de la zona. \n\nEl lugar era muy pequeño, de esos que si no te han hablado de ellos te pierdes lo que dentro esconden, la entrada al patio estaba adornada por una puerta de madera de las de pueblo de toda la vida, no hace falta más definición, y al fondo se veia un tapiz de feria donde las familias podían retratar sus caras con cuerpos de comic con aroma a viejo asomando la cabeza por un pequeño agujero. \n\nEn la planta baja, para su sorpresa, se encontraron que la primera sala a visitar tenia un cartel sobre la puerta que decia "TREINTAÑEROS", al entrar descubrieron un sinfin de juguetes, muchos de ellos reconocibles ... ibertren, grua gigante, cine exin, cinemax, exin castillos, geyperman, madelman, nancys .... \n\n- ¡¡¡ Está hasta la Nancy negra !!! - exclamo Veronica como si volviese a rememorar el impacto de la presentación en sociedad de aquella muñeca. \n\nIván y Unai pegaban su cara al cristal, Eric y Veronica también explicándoles que eran esos juguetes, como funcionaban y como jugaban con ellos. \n\n- Papa, pero no tienen pilas ni luces ¿como funcionaban? - pregunto Iván. \n\n- No hacian falta hijo, funcionaban con la imaginación - respondió Eric \n\n- ¿Cómo cuando juego yo con los dinosaurios? - volvio a preguntar \n\n- Eso es hijo, así jugabamos - volvio a responder Eric con una gran sonrisa \n\nUnai no separaba la cara del cristal embelesado con un tiovivo con solera, de repente, se abrió la puerta de una habitación que estaba en la misma sala. De ella salio un hombre mayor con aire de Geppetto, que con voz suave les dijo - Este si que es un juguete -. Se referia a Unai, cuya sonrisa contagiosa hacia eco en esa estancia junto a los casi gritos de sus padres diciendo - Ese le tuve yo - - Mira, también está el madelman esquimal - ... \n\nSubieron al primer piso por una escalera angosta adornada por infinidad de maquetas recortables de papel y juegos de mesa cuya madera estaba envejecida por el paso del tiempo y su uso. En este piso te saludaban casas de muñecas con muebles de verdadera artesanía y un rinconcito que simulaba las viejas aulas de escuela con pupitre, mapas de españa, material escolar y hasta un cuadro de madera indicandote la posición que tenían que adoptar tus manos para hacer sombras chinescas, en este punto, Eric e Iván empezaron a hacer tonterias con las manos para intentar conseguir esas figuras imaginarias en la pared. \n\nYa en el último piso, los juguetes más viejos, los de sus padres, sus abuelos e incluso sus tatarabuelos ... balancines, muñecas de cerámica, trenes de madera, triciclos de hierro, soldados de plomo, diabolos y un largo etcetera de objetos protegidos por un cristal donde por un momento Eric creyo ver reflejados detrás de él las figuras sonrientes de seres queridos que ahora vagaban por otros mundos. \n\nLa visita finalizo en la tienda de recuerdos, donde Iván se encapricho de un simple ratón de hojalata que movia sus ruedas al darle cuerda a su cuerpo dejando de lado el bote de miniaturas de dinosaurios recuerdo de la excursión del día anterior.\n\n Y para muestra, un botón, este no está ni en el baúl de los recuerdos ni en el del olvido, está en mi mente constantemente\n(imagen publicada con autorización de Eric y Veronica)\n\n
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