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Mi abuelito, de pequeño tenia muchas dudas.\nAhora dice que tiene deudas y también dudas.\nEl no sabia si los curas se subían las faldas, o se desabrochaban alguno de los 33 botones de la sotana, para hacer pis. Y eso le intrigo durante algunos años.\nCon los frailes tenia la certeza, de que se subían los faldones del habito. También tenia dudas de lo que podían llevar debajo, no llevaban nada, o quizás camisón, o calzoncillos largos, o de cuello vuelto, que todo es posible con esa gente.\nAlguna vez contare cuando el quiso ser fraile franciscano, pero esa es otra historia.\nLo cierto es que ahorraban en corbatas, y chaquetas, y en otras cosas.\nTambién decían la misa en latín, que es una lengua muerta, pero que parece mal muerta en los tiempos actuales, y que da la impresión de que va a resucitar.\nY se ponían dando el culo a los feligreses.\nEl sabe de lo que habla, porque fue monaguillo, y que por eso le dieron la primera medalla que gano en su vida. Era de aluminio, llevaba la imagen de San Tarsicio, y un cordel de color rosa.\nY hablaban del cielo y del infierno, y del pecado mortal, que era el mas malo, porque hacia sufrir a mucha gente, en el paraíso del cielo, que estaban contemplando, siempre. Y que alegraba a otra gente, que vivían en el centro de la tierra, en el infierno, y que lloraban y les crujían los dientes, y también las dentaduras postizas, como a mi abuelito.\nY dice el Cacum, que de lo que mas querían hablar los curas era del sexo, o del sexto, que es lo mismo, y que tenían una casita, como de juguete, y se metían dentro, y tu tenias que ir alli, y por una ventanita, tenias que contar todo, y también tus cosas intimas, que era lo que mas les gustaba como tema de conversacion, y también tus secretos. Luego ellos te regañaban y te mandaban decir 100 padrenuestros, y se quedaban tan tranquilos, seguro que mi abuelito con un par de ellos cumplía.\nEn eso se parecían a los maestros, que por nada te castigaban, y tenias que escribir 100 veces, "no hablare en clase", y que luego se enfadaban si no contestabas a las preguntas que te hacían.\n.....Y así fuimos creciendo, dos pasos adelante y uno atrás, con todas las incertidumbres, y todos los miedos, que durante años, demasiados, nos acompañarian fielmente, en aquella infancia, que no se parecía en nada a estas, la de mi hijo y la de mi nieto.\nJolines como esta el abuelito hoy, esta que se sale.\n\n
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