|
sioc:content
|
-
Esta historia es verídica, porque me la contó mi bisabuela, que casi siempre dice la verdad. Ella le contaba a su propio hijo, el Cacum, una anécdota que paso hacia muchos años, cuando el Cacum había empezado a ir al grupo, las escuelas como las llamaban todo el mundo, tenia tres años y un hermano de cinco, y casi de repente otro , que con un año abultaba como el, que era un poco canijo. A mi abuelito le debió sentar un poco mal el dejar de ser el niño pequeño de la casa, de pronto, la vida cambio radicalmente, el había heredado el chupete de su hermano el mayor, era de aquellos de goma de color miel, y a mi abuelo no había nadie que le pudiera quitar aquel vicio. El alternaba el chupete y el pecho de su madre, después, solo alternaba el dedo y el chupete, todo ocurrió muy rápido, todo el mundo le daba collejas y le decía : que, estarás contento?, vas a tener un hermanito, y se reían, el no comprendia muy bien aquellas risas pero en el fondo, tenia la impresión, que algo iba a cambiar en su vida, y que el saldría perdiendo. Y así fue, de ser el centro del mundo, pasó a ser un paria. Nadie le hacia caso, todos estaban pendientes del nuevo hermanito, y el sufría en silencio. Y así estaban las cosas, de pronto a la abuelita se le retiro la leche, y el niño nuevo, lloraba que era una cosa, toda la tarde y toda la noche, solución:mi abuelito tenia que dejarle el chupete a su hermanito y mañana ya veríamos.\nY llego mañana, mi abuelito no pudo dormir en toda la noche, y a las nueve tenia que estar con su hermano mayor en la escuela, después de desayunar, un café de achicoria con un poco de leche condensada, la lechera y pan del dia anterior.\nDespués de las clases de la mañana, volvería a casa a la hora de comer y se le pasaría esa angustia que le impidió dormir toda la noche, y que le mantuvo nervioso y violento toda la mañana.\nEsto que voy a contar seguro que cuando lo lea, me regaña, pero tengo que hacerlo, tengo que contarlo pase lo que pase.\nVenia con su hermano mayor de la mano, de vez en cuando se soltaba y corría como un perro sin ningún criterio, al llegar a la puerta de la lechería, entonces cuando había leche la vendían por cuartillos, a veces a primeros de mes la abuelita compraba un litro entero. Nada mas llegar a la puerta de la lechería , vio un carrito de un bebe que dormía plácidamente, el siempre fue muy niñero y lo sigue siendo, se arrimo al niño y con un movimiento rápido le quito el chupete, se lo puso en la boca y empezó a succionarlo como un poseso, de pronto ocurrió el desastre, el bebe empezó a llorar como si le hubiesen cortado una oreja y todo el mundo volvió la cabeza a ver que pasaba, mi abuelito, viéndose sorprendido, salio corriendo como solo el sabia hacer, parecía que galopaba como un caballo, dando saltitos pero con una velocidad, que cuando la gente y su propio hermano quisieron darse cuenta, el ya estaba escondido en la mesa camilla de su casa de las galerías del patio de los cuatro caños, chupando afanosamente del trofeo logrado. \n\nA los pocos minutos aparecieron la madre del niño, la abuela del niño, la tía del niño y una señora que arreglaba las flores de la iglesia, precedidos del hermano mayor que era el guia. Como no había mucho donde buscar, enseguida encontraron al malhechor que pagaría con unos azotes en el culo , y que fueron recibidos con satisfacción por la familia del perjudicado. Mi abuelito como no se acuerda lo niega, y yo para mortificarle, me sonrió con benevolencia, mientras hago gestos con los labios.\n\n
|
![[This page as RDF]](http://webenemasuno.linkeddata.es/static/rdf-icon.gif){kind=icon}