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    La primera bici que entro en casa, fue , cuando yo tenía 13 años.\n

    La había comprado mi padre en una tienda cerca de la plaza de Oriente, de Madrid, y en ella vendría montado, de un tirón, hasta donde nosotros vivíamos, a unos diez kilómetros de distancia, dice mi abuelito. Fue una moda, en aquellos tiempos que no había fabricas de coches en España, tener una bici, también era un lujo. Así poco a poco, el Cacum vio como todos los padres de sus amigos iban trayendo sus bicis, un día uno, otro día, el vecino y así estaba la cosa, ese día le tocaba ir a su padre a por ella, ten cuidado con los coches, para en los semáforos, no corras, y cien recomendaciones mas tuvo que aguantar mi bisabuelo antes de partir a esa aventura que tanta ilusión hacia al Cacum.\n

    Y allí estaba esperando toda la mañana, cuando a lo lejos le pareció ver a su padre montado en una flamante bicicleta, salio corriendo a recibirle, y después, siguió corriendo, persiguiendo al padre que venia que no podía mas. En frente de la casa estaba el comité de recepción, la madre y los otros tre hermanos del Cacum, diez niños amigos de mi abuelito y una niña nueva, que hacia poco que habia venido a vivir a la calle de atras, todos mirábamos con ilusión aquella bicicleta recién estrenada. No tenia cambio de velocidades, y pesaba como si fuera maciza, era de color verde, y tenia un faro alimentado por una dinamo que cuando la ponías, casi no podías correr con la bici. Papa déjame dar una vuelta, dijo el Cacum. Deja a tu padre descansar y no empieces, dijo la abuela, la bici es solo para que tu padre vaya al cuartel, no, para caprichos.\n

    La frustración, fue inmediata, y así seguiría durante aquellos días en los que se esperaba la visita del presidente Eisenhower de EEUU, para hablar de sus cosas con Franco, que era casi vecino de mi abuelito, pero que vivía en otra casa, mas grande, en el centro del pueblo. Era el dia 22 de Diciembre por la mañanita y habian arreglado todos los arcenes de la zona y los habían barrido, y a los niños nos habían dado unas banderitas de los dos países. Llevábamos mucho tiempo esperando, y como no había tv, estábamos jugando al gua, con las canicas. Empezaron a venir coches negros y algunos descapotables con soldados , con las boinas rojas. Corrí a lavarme y a hacer un pis a casa, es ese justo momento que tenia la pilila en la mano, y apretaba, empezó a vibrar toda la casa, con un ruido atronador, Salí corriendo a la calle. Y allí mismo a 15 metros de la puerta un helicóptero, tan grande como un autobús , llegaba y estaba aterrizando en el pequeño campo de fútbol, donde tantos partidos jugábamos. Me quede alucinado mirando todo aquel espectáculo, del helicóptero se bajo el presidente americano y unos amigos, a pie de escalera estaba Franco, hicieron como si se abrazasen y montaron en un coche negro muy grande y se fueron todos juntos a tomar unas copas de vino español, y a hablar de sus cosas. En ese momento me acorde de la banderita, me la había dejado olvidada encima de la cama turca.\n\n

    Y pasaron los días, la vida continuaba igual, la bici seguía siendo una extraña para mi. Pero ese día, después de comer, mi padre estaba con mi madre en la siesta y la bici seguía en la puerta, y yo estaba allí mirándola. De repente no se lo que paso, cogi la bicicleta y fui despacio hasta la rampa que bajaba hasta la carretera, Me ayudaron a subir mis amigos y después me dieron un impulso. No se si por la fuerza del empujón, o porque se me olvido girar el manillar, el caso es que me choque directamente con el bordillo y la rueda se hizo un pequeño ocho. Como pudimos la volvimos a centrar y la colocamos en su sitio, y cada uno a su casa. Esa tarde, mi padre había dejado la bici en la calle, porque tenia que hacer un servicio en el cuartel, porque el, era militar, dice mi abuelito. Así que cuando le vi, vestido con aquel uniforme, ponerse aquella pinza en la boca del pantalón, para que no le pillase la ropa la cadena, me entro un poco de miedo.\n

    Cogió el manillar y se acerco hasta la rampa, se montó, dió una pequeña pedalada y al llegar a la carretera, zas, la rueda se hizo un ocho, y mi padre que se cae todo lo largo que era.\n

    Coño, casi me mato, dijo. La bisabuela se acercó y le dijo: estas muy gordo, te lo tengo dicho, y ahora, mira.Yo estaba asustadísimo, mi padre me llamó , y yo fui con un mal presentimiento. Dime, conteste. Coge la bici y se la llevas a Chaves, y le dices de mi parte que la arregle, me ordeno. Yo respire, mas tranquilo, puse cara de angelito y me fui con mis amigos a cumplir su mandato. Aquello me desanimo mucho, y nunca después he tenido una bici propia, ni una moto, coches si, varios. Y secretos bien guardados , aquel, hasta el día de hoy, termina diciendo mi abuelito.\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n

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  • 2007-09-21 11:00:02
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  • LA PRIMERA BICICLETA 1959
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