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  • Hoy voy a tener menos tiempo del que suelo disfrutar para mi escritura de correos, voy al dentista. Sí, sí, al dentista en Bosnia. Hemos tenido la suerte de conocer a Indira, una odontóloga que tiene clínica en la ciudad donde estamos viviendo, Zenica.\n\n

    Le pedimos presupuesto para que nos hiciera una limpieza de boca, la habitual de cada año. Yo tenía siempre pendiente una cosita, que no me gustaba de mi dentadura, y creo que a Félix le ocurría lo mismo con la suya. Es sabido por todo el mundo que me conoce que me río muuuuuuucho, con lo cual enseño mucho la “piñata“. Y me había puesto, la dentista a la que visitaba en Pamplona, empastes de esos metálicos en los colmillos de arriba. Que ocurría???? Que cuando mi sonrisa era como acostumbra, se asomaban unas manchas oscuras, que si no lo sabías podían parecer, incluso caries. Serán súper resistentes estos empastes pero son feos como un dolor!!!!!!! claro está cuando un empaste está consistentemente sujeto a tu dentadura, aunque estéticamente no te emocione, no vas a ir sólo a cambiártelo porque no te gusta cómo te queda cuando te sonríes, no????? La verdad es que no están las cosas para tanta tontería, y lo más importante el bolsillo menos.\n\n

    Pero se nos ocurrió pedirle presupuesto a Indira, y para nuestra sorpresa, en vez de ponernos los pelos de punta. A mí más que a Félix, claro, ya que él en el tema pelos anda un poco escaso. Lo que nos dio fue una agradable sorpresa, algo muuuuuuuy raro viniendo de un dentista. O por lo menos a mí nunca antes me había ocurrido.\n\n

    Es un amor!!!!!! Nunca da la impresión de que tenga prisa por atender al siguiente paciente que tiene en la sala de espera. Está contigo hasta que su trabajo queda como a ella le gusta, trabaja con los mismos materiales que puede trabajar otro dentista europeo, se los traen de Alemania. Durante la guerra de los Balcanes emigró allí, con su marido, su hijo que era un bebé, y lo puesto. Por lo que cuenta fueron días duros en los que además de estar preocupados por la familia que permanecía aquí, el idioma también era un obstáculo importante para la buena calidad de vida en el país europeo. Y a este respecto la entendí perfectamente, yo estoy estudiando ese idioma de locos, que muchas veces no hay quien lo entienda. Deutsch, Deutsch, Deutsch!!!!!!\n\n

    En fin que estoy súper contenta, por fin voy a cambiarme esos horrorosos empastes metálicos y hacer que mi dentadura parezca mucho más humana.Hoy quería contarte que este finde hemos estado en Sarajevo (leído Saraievo, me he dado cuenta que los españoles tenemos la maldita costumbre de leer todo como se escribe, y claro está, no nos va nada bien por el mundo “alante“con los idiomas, yo estoy tratando de llamar a las cosas por su nombre).\n\n

    Bueno a lo que iba, que hemos hecho una excursión, aunque el tiempo no ha mejorado en nada, sigue nevando y hace un frío que te pelas, un poco más allá de los dominios de esta comarca industrial.\n\n

    Íbamos a ir hasta Mostar, pero el tema se complicó al entrar en Sarajevo, como sólo hay una carretera que comunica todo el país, tienes que ir entrando en todas las poblaciones que te vas encontrando. Y el acceso a las grandes ciudades es caótico. Nos pegamos parados aproximadamente una hora y media, y cuando arrancamos, al fin. Decidimos que si llegábamos al destino que nos habíamos propuesto, sería de noche o a punto de anochecer. Eso, en el caso de encontrar despejado el camino, así que, como no nos dirige nadie, decidimos parar en la Ciudad, y otro día nos acercaremos hasta Mostar. Yo creo que hicimos bien.\n\n

    Mientras estábamos parados en el atasco, vino una niña a pedirnos en mi ventanilla. Hacía una ventisca terrible, y al bajar el cristal. Vi el rostro de una pequeña de unos cuatro años, quebrado por las bajas temperaturas, con unas grietas que me recordaron a las de los marineros, castigados por las inclemencias del tiempo. Como ya he dicho otras veces se me parte el corazón. Miré en mi bolsillo y cuando vio que algo le iba a dar, me enseñó sus pequeños dientes, con una sonrisa. Al ir a darle las monedas vi que sus manos estaban igual de deshidratadas. Pero lo peor fue cuando bajé la vista y se me encogió el estómago. En vez de zapatos, llevaba unas bolsas de plástico atadas con cuerdas a sus finos tobillos. Lo que tenía debajo no quise ni pensarlo… Hacía un frío terrible y aquellos pequeños estaban aprovechando que los vehículos estaban parados para sacarse algo de dinero. Puede haber quien piense que los padres aprovechan la caridad del prójimo para con unos niños, en vez de ponerse a trabajar. Aunque yo creo que no puede haber padres, que si tienen otra opción, prefieran mandar a los niños a temperaturas de -5 grados a pedir, y además en aquellas condiciones.\n\n

    Como duele esto. Creo que es lo que más me ha afectado de esta tierra!!!!!!\n\n

    Muchas veces creo que las autoridades era lo primero que debían enmendar, no estoy acostumbrada a la mendicidad infantil. Y la verdad es que me parece terrible que no estén escolarizados o que no tengan los alimentos fundamentales para su crecimiento.\n\n

    Comenzaron a moverse los coches y vimos cual era la razón del atasco, los domingos en la entrada a la ciudad hay mercadillo, y todo el mundo va a comprar lo que necesita….\n\n

    Sarajevo es una gran ciudad, con edificios bestiales, de alturas que dan vértigo, y calles de anchuras tridimensionales. La arquitectura es realmente impresionante, edificios con aire colonial o neoclásico, mezclados con otros mucho más modernos, de cristaleras impolutas, o mezquitas rehabilitadas en medio del núcleo urbano al lado del río.\n\n

    Eso sí, en algún que otro edificio encontrabas impactos de bala en las fachadas, recuerdos de la última guerra que han sufrido.\n\n

    Aunque si he de ser sincera, me imagino que como todas las grandes ciudades, donde están las instituciones públicas, la labor de reforma de sus calles es muuuuuuucho más rápida y eficaz que en otras poblaciones, como en la que vivimos.\n\n

    Aunque eso sí, es impresionante la cantidad de cementerios tanto cristianos como musulmanes que existen salpicando el paisaje de Bosnia, ya sea urbano o rural. Cualquier trozo de tierra sirvió, en su día, como tierra de descanso para las familiares víctimas del conflicto, incluso lo que en otro tiempo fueron jardines de alguna casa. De verdad que impresiona por todo el país este paisaje desolador. Aunque al final sin querer vas consiguiendo que no te afecte tanto. Sobre todo por el aire de normalidad de la ciudad, de sus gentes, de los edificio, etc.\n\nEn muchos momentos te planteabas, en Zenica, porque la guerra es todavía un capítulo reciente de la historia para la gente con la que te vas cruzando, en sus rostros, en su aspecto en general. En Sarajevo el ambiente es mucho más europeo, se respira cierta normalidad, incluso podrías olvidar que hace ya quince años, por cierto, pasaron una guerra.\n\n

    Me encantó el casco antiguo y la zona del centro, esa parte de Sarajevo si es especialmente distinta a otras ciudades. Últimamente prefiero callejear por los sitios nuevos que visito, me aporta más observar a su gente, o sus lugares de vida cotidiana, que sus museos, o sus iglesias, o mezquitas en el caso que nos ocupa.\n\n

    La zona a la que me refiero, que tanto me gustó, se llama Bascarsija, el barrio turco, era un entramado de calles estrechas y empedradas, bien rehabilitadas, que hacían al introducirte en ellas pensar en otro tiempo.

    Era como volver a otra época, casas de dos alturas, con tejados a dos aguas, cuya estructura interna es de madera, ventanas de madera que adornaban fachadas impolutamente blancas, en cuyos bajos se instalan los locales comerciales. En su mayoría ocupados por anticuarios, artesanos o joyeros. También en muchos de ellos hay cafeterías donde puedes tomar un café buenísimo y probar alguno de los dulces típicos del país. En las puertas de los establecimientos los expositores de maderas talladas y metales como el latón, el cobre o la plata, para confeccionar todo tipo de utensilios de cocina, o de café. O para realizar obras increíbles de decoración. Accesorios musulmanes para adornar a esas bellas mujeres bosnias, de las que ya he hablado en otras ocasiones, y joyería en plata realmente alucinante. Tradición conservada desde los tiempos del imperio Otomano.\n\n

    Parecía que en cualquier momento te ibas a encontrar de frente con una rolliza doncella o un caballero armado o que de cualquier bar o cafetería, decoradas acorde con el lugar, te iba a salir la típica posadera acalorada a ofrecerte sus manjares del día.\n\n

    Increíble!!!!!! Es un lugar para visitar. \n\n

    Decidimos entrar a comer en un local, se llamaba Steak House. Como digo siempre, los que trabajan de cara al público, aquí, son muy agradables. Pero el camarero del restaurante al que entramos era un guay!, mejor lo voy a poner con mayúsculas UN P…… GUAY!!!!!!!\n\n

    De esos que no me suelen gustar, en ningún aspecto de mi vida, los graciosos, que personalmente no me hacen ni pizca de gracia. Bueno pues vacilaba a diestro y siniestro. Era el camarero multilingüe, lo mismo le daba bosnio, que inglés, que español, que italiano, que ruso. Incluso se permitía el lujo de sentarse por las mesas con los clientes a fumar y tomarse unos vinos…\n\n

    Al principio, como nos suele suceder, observamos. No fuera que la gente que estaba sentada en el local fueran muy conocidos suyos y eso fuera normal. Tomaba las comandas en papeles de tabaco arrugados, o en cualquier cosa que se dejara garabatear, se despistaba con las bebidas y las comidas sin saber exactamente quien se las había pedido. Pero bueno, por lo menos siempre tenía una sonrisa como respuesta a todos los comensales del pequeño comedor decorado con un sutil estilo musulmán.\n\n

    Nos trajo las bebidas, dos copas de vino tinto, que no se las saltaba un gitano, eran como piscinas municipales, pero que eran el complemento perfecto para la carne asada que habíamos pedido. Además todo el conjunto de comida y bebida nos ayudarían a combatir las bajas temperaturas del exterior, para poder proseguir con nuestra visita por la ciudad.\n\n

    El camarero cada momento que pasaba perdía más lar formas, se iba poniendo más borracho y al final su control sobre la situación del comedor iba siendo menor, casi caótica.\n\n

    Como nos caracteriza, disfrutamos del calorcito, del vino, y sobre todo de la conversación en la antesala de la comida, sin agobios. Hasta que empezamos a sentir un hambre de perros. Con miradas primero y directamente después de más de una hora, viendo subir al camarero gracioso, sin nuestra ansiada carne. Le preguntamos por el resto de la comida. Que digo??? Por la comida porque lo único que nos trajo fue el vino pelado. Ya que nos recomendó no pedir ensalada como teníamos intención, porque con lo que ponían de carne sería suficiente comida. Detalle que nos pareció muy honesto por su parte.\n\n

    Pues bien el dichoso camarero gracioso!!!!!!! Se había olvidado de entregar nuestro pedido, y entretanto el comedor se encontraba repleto, y todos los pedidos se nos habían adelantado.\n\n

    Imagina se me subieron los colores!!!!! Nos levantamos y nos fuimos. Me gusta ir por la vida sin agobios, si decido ir a comer fuera, me gusta la sobremesa, la ante mesa, e incluso tomar el café tranquilamente, pero que me hagan perder el tiempo porque sí, me pone de los nervios.\n\n

    Bueno salimos como “alma que lleva el diablo“, y menos mal, localizamos otro restaurante en pocos minutos, y comimos de maravilla. Pudiendo así proseguir con nuestra tarde de recorrido. \n\n

    Al final hay de todo, como en todos los sitios, pero la verdad es que nunca en mi vida me había encontrado con un personaje como el camarero multilingüe, y la verdad es que pensándolo bien debíamos haber reclamado antes, pero…..\n\n

    Lección aprendida para la próxima vez. Y la verdad la única nota negativa del día, ha sido un día genial.

    Volvimos para casa ya de noche y con mucho cuidado porque nos cayó una nevada de narices y además en algunos sitios las temperatura rozaban los cero grados y había peligro de heladas, con lo cual aunque hagamos más excursiones siempre con precaución a la vuelta. El invierno es durísimo aquí.\n\n\n

    Me voy a ver a Indira. Al final voy con el tiempo justo, me pongo a escribir y no paro. Ahhhh!!!!!! Y cuidado, la próxima vez que nos veamos, prepara las gafas de sol, porque con la dentadura que me va a dejar voy a relucir. Je, je,je…..\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n

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  • Bosnia 6. Sarajevo.
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