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  • Bueno como ya llevo varios días hablando de distintas partes de la ciudad, hoy he decidido regalaros un poco de naturaleza. Ya que os he dicho muchas veces que en Río de Janeiro casi está al 50% la cantidad de cemento o materiales de construcción y la vegetación.\n\n \n\n

    Es un buen paseo para realizar un domingo caluroso de verano, cuando no te apetece ir a la playa, y lo que prefieres es un poco de frescura natural.\n\n \n\n

    Nosotros hemos ido en varias ocasiones, y en cada una de ellas hemos descubierto cosas nuevas. Es un regalo para los sentidos, porque no decirlo.\n\n \n\n

    Es un verdadero santuario ecológico. Desde mi punto de vista, así puede ser definido el Jardín Botánico de Río de Janeiro. \n\n \n\n

    Además de abrigar las más raras especies de la flora brasileña y de otros países, es una buena opción de recreación para niños y adultos, y un deleite para aquellos que desean contemplar la naturaleza. Sin salir de la ciudad.\n\n \n\n

    En Río el contacto con la Naturaleza es constante, pero en este lugar que reúne todo lo exuberante de las maravillas naturales brasileñas y de otros países. Por eso lo hace diferente.\n\n \n\n

    Fue inaugurado a principios del siglo pasado por Don Pedro II, consta de 83 hectáreas de bosques y 54 hectáreas de zonas cultivadas. Como veis tiene una extensión considerable. El jardín muestra más de 40 mil plantas, y más de 6000 especies diferentes. Es una de las mayores colecciones de plantas del mundo.\n\n \n\n

    Su origen se remonta a la llegada de la Familia Real Portuguesa a Brasil, acompañada por la Corte (1808). Fijándose en Río de Janeiro, la sede del Imperio Portugués, la mudanza trajo numerosas oportunidades de mejorías para la ciudad, como el Jardim de Aclimação (este fue el primer nombre que recibió), y tenía la finalidad de aclimatar las plantas de especias de las Indias Orientales: nuez moscada, canela y pimienta. Que no existían en esta parte del mundo, y que la familia portuguesa importó como parte de su equipaje.\n\n \n\n

    Siempre que toco este tema con los brasileños, me choca que digan lo mismo. Para ellos los portugueses vinieron a aprovecharse, a robar todo lo que pudieron y nada más. Y estoy de acuerdo que cualquier pueblo conquistador, llegaba y arrasaba con todo lo que tenía el país. Igual que hicieron los españoles en otra partes de Sudamérica. Pero todos los brasileños actuales son descendientes de las tribus indígenas que existían aquí, o de los esclavos africanos que trajeron los portugueses, o de los extranjeros que vinieron a buscarse la vida, o de los propios portugueses. Así que no se puede hablar de ellos como si fueran extraños, son sus raíces. Olvidando que ellos son parte de esa mezcla de razas.\n\n \n\n

    En esta ocasión tengo que decir que la llegada de los portugueses creo esta maravilla de jardín, del que hoy voy a hablaros.\n\n \n\n

    Con la "Proclamação da República", hubo muchos cambios en la sociedad carioca, y afectó también a esta parte de la ciudad. Así que pasó a ser denominado como Jardim Botânico en 1890. Desde entonces, tuvo varios visitantes ilustres como Albert Einstein, la reina Elizabeth II de Inglaterra y otros, transformándose en lugar obligado de visita en la ciudad. Aunque seguro que a vosotros, si no habéis estado en Río, os sonará tanto como a nosotros cuando llegamos. \n\n \n\n

    Es increíble, lo que estamos aprendiendo con esto de ser unos trotamundos. Espero que seamos capaces de asimilar todas las maravillas que nos ofrecen las ciudades donde vivimos.\n\n \n\n

    Menos mal que desde estoy escribiendo en el blog, además de tener testimonios gráficos (con las fotos), me quedan los testimonios escritos y eso nos ayudará a recordar todos, y cada uno de los sitios donde vamos a morar, como dicen los brasileiros.\n\n \n\n

    Bueno y a lo que iba, el Jardim Botânico…\n\n \n\n

    En 1991, la Unesco le otorgó la figura de Reserva de la Biosfera. Como reconocimiento a su importancia científica, fue rebautizado como Instituto de Pesquisas Jardim Botânico en 1998, quedando asignado al "Ministério do Meio Ambiente". Pero finalmente, en el 2002, quedó como organismo autónomo. \n\n \n\n

    Lo digo, y no me canso de decirlo, la Unesco está realizando una gran labor internacional en muchos de los sitios que visitamos. El día que llegue a un lugar especial y no haya una mención de esta organización les voy a llamar personalmente. Para preguntarles si se han dormido en los laureles. Pero con la trayectoria que llevan, lo dudo mucho. Porque siempre parece que van dos kilómetros por delante de nosotros, ja, ja, ja….\n\n \n\n

    El jardín Botânico está abierto al público como paseo desde primera hora de la mañana hasta las cinco de la tarde, creo. No está permitido entrar con vehículos de motor, pero tampoco con bicicletas, así que todo el mundo a patita... \n\n \n\n

    El Botánico es uno de los lugares más bonitos y tranquilos de Río. La entrada por el centro de visitantes cuenta con tienda de souvenirs, de plantas, pero además tiene una pequeña sala de exposiciones en la que siempre te encuentras algo interesante. También hay un bar, para tomarte algo antes de empezar el paseo por el jardín. \n\n \n\n

    A partir de allí, hay varios senderos que recorren todo el parque. Es conveniente pedir un plano que indica los diferentes tramos y te da una explicación de los lugares que se van visitando, en portugués, claro. \n\n \n\n

    Tengo que decir que después de tantos meses viviendo por estos lares, he conseguido no sólo hacerme entender, sino hablar una mezcla curiosa de un idioma particular, que no se puede definir. Mezclo el español, el gallego y algunas palabras del portugués. Pero cuando es cuestión de leerlo o escucharlo en la televisión, es cuando menos problema tengo. Me imagino que pasa como en todas las partes del mundo, la gente normalmente habla a más velocidad de la necesaria para poder entenderle siendo extranjero. Así que el panfleto del Jardim Botânico no es un problema.\n\n \n\n

    Uno de los días que fuimos hacía mucho calor, pero cuando estás en medio de la vegetación comienzas a sentir su frescura. \n\n \n\n

    En el paseo por el jardín, vas encontrando cascadas, y pequeños senderos que suben en medio de la floresta tropical. Tiene un lago que es un verdadero regalo para la vista, con una vegetación exuberante y nenúfares de varios colores.\n\n \n\n

    Siguiendo se llega al Orquideario, uno de los lugares más bonitos del Botánico. Es una cúpula octogonal de vidrio, tipo invernadero, con una fuente en el centro. Allí se pueden encontrar varias especies de orquídeas. Su estructura original data de 1890, pero posteriormente se le han realizado modificaciones. \n\n \n\n

    Durante todo el trayecto hay fuentes, bancos y sanitarios. Y muchas de las personas se encuentran relajadas en estas zonas, leyendo o conversando disfrutando de este remanso de paz en una megaciudad frenética. \n\n \n\n

    Un rincón en medio de árboles y flores, con bancos, es un buen lugar para hacer un descanso escuchando sólo el ruido del hilo de agua que fluye de las cascadas, o el canto de alguna de las especies de pájaros que viven allí. O si el tiempo o la temporada del año te lo permiten, ver como los colibrís o beija-flor, como le llaman aquí, se alimentan del néctar de las flores.\n\n \n\n

    El paseo por el Botánico va dejando atrás bonitas estatuas como la de la Diosa Tethys de Savageau (1862), Ninfa, Eco y Narciso. Además de algunas de las 8000 especies vegetales no sólo de Brasil sino de otras partes del mundo, y un sinnúmero de árboles floridos y arbustos. \n\n \n\n

    Una de las zonas que más nos gustó fue la Región Amazónica, es un espacio pequeño, y en los días donde no hay mucha gente, puedes disfrutar de su paisajismo y porque no imaginar que estas en una de las maravillas naturales del mundo. \n\n \n\n

    Este año en nuestra visita a Brasil era uno de los lugares que queríamos visitar. La verdadera Amazonia. Pero lo queríamos hacer de una manera muy alternativa. Y digo esto porque muchas personas del entorno del trabajo de Félix han ido, pero de un modo diferente. \n\n \n\n

    Nosotros somos de la opinión de que si se visita el Amazonas hay que hacerlo para relacionarte con la naturaleza. Y queríamos ir a un pequeño hotel de selva, con tan sólo diez habitaciones. Ese hotel de selva constaba de pequeñas cabañas flotantes sobre el río. Gestionadas por habitantes de la reserva natural donde se encuentra. Y de ese modo nuestro dinero iba directamente a la preservación de la zona. Otra de las razones que nos llevaba a este hotel era que estábamos en medio de la naturaleza, que en él se organizaban actividades relacionadas con la fauna y la flora local, y además se podía ayudar a las poblaciones de la reserva con algunas de las actividades que realizaban. Por otro lado las instalaciones de estas cabañas son autosustentables con energía solar y tratan los residuos de una manera coherente para preservar el medio natural que las rodea. Pero el problema de querer ser tan alternativos, es que no fuimos capaces de coordinar todo: los vuelos, el barco y el hotel. \n\n \n\n

    Y como no queríamos ir en plan guiri, a un hotel resort, a despanzurrarnos, sólo por el hecho de decir que habíamos estado en el Amazonas, decidimos dejarlo para la próxima vez que nos manden a Brasil.\n\n \n\n

    Bueno y vuelvo al Jardim Botânico, que con la tontería va a parecer que hemos estado más al norte de Brasil y no es así. Seguimos en la ciudad de Río de Janeiro, un domingo cualquiera…\n\n \n\n

    Desde la zona Amazónica se accede al Jardín Japonés, una imitación en miniatura, con la pequeña laguna de Lotos, un puente de madera, bonitas flores, bonsáis y algunas aves y peces. \n\n \n\n

    Unos bancos en el jardín seco de arena blanca son la invitación perfecta a relajar el espíritu, con mentalidad Zen. El que me conoce un poco sabe la admiración que siento por el pueblo japonés y lo interesante que me resultó hacer mi tesina sobre el kimono japonés, en la que traté de estudiar no sólo su vestimenta, sino también su cultura y sus tradiciones. Y los jardines japoneses eran parte de este estudio, que me llevó casi dos años terminar. \n\n \n\n

    Bueno y vuelvo al Jardim Botânico que ya estamos acabando la vista sólo nos queda pasar por uno de sus puntos más fotografiados.\n\n \n\n

    Al llegar a la avenida flanqueada por espléndidas palmeras imperiales (la especie más mimada del jardín, ya que es una tarjeta postal típica de este parque). Esta especie estilizada data de en 1808, es decir desde su fundación. Tienen 30m de altura. Te sientes tan pequeño ante semejantes especímenes vegetales, que no se puede explicar con palabras.\n\n \n\n

    Una vez que paseas por esta avenida, llegas nuevamente a la entrada y finaliza la visita dejándote una sensación de paz y calma increíble. Pero cuando cruzas los muros que separan este oasis del entorno real de la ciudad, despiertas y te adentras en el bullicio carioca.\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n

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  • Brasil 23. Jardim Botânico de Rio de Janeiro.
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