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\n.\n\nSubo las escaleras mientras algunos permanecen desayunando. Voy pensando aquello de que la primera letra de cualquier conocimiento tienen que enseñártela, la segunda debes aprenderla por ti mismo y la tercera sólo la aprendes cuando quien enseña eres tú. Voy pensando en eso -que Lemprier me dijo, hace ya tantos años... y también en que no se puede conocer la naturaleza del viento sentada en una silla y sólo por su sonido, hay que salir a la calle y vivirlo. No queda otro remedio, ¿o sí? Pero aunque eso también se aprendiera y con el tiempo fuese posible, para llegar a ciertos saberes hay que empezar por el principio y una mil veces volver atrás y una y mil veces moler cada guijarro del camino recorrido. Y voy pensando precisamente en ese único guijarro... en su naturaleza, qué es lo que no acerté a reconocer en él...
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