PropertyValue
opmo:account
is sioc:container_of of
sioc:content
  • \n\n

    Llego a Maputo un día 25, de abril, también era 25, pero de julio, el día en que se proclamó la República de Moçambique y Samora Machel era investido su presidente. Corría el año 1975, el año en que yo nací.\n\n

    Tras más de nueve horas de viaje, des de Johannesburgo, en un autobús lleno de sacos de patatas, cebollas, una montaña de huevos, y otros bultos, y medio intoxicados por una peste a sudor que hace el aire irrespirable, llegamos a la frontera: Ressano García, la puerta al inicio de mi viaje. Una hora y media de espera para obtener el visado, que es una absurda pegatina que me da derecho a estar un mes en tierras “moçambicanas”. No tengo el domicilio que el rigor burocrático exige, porque no sé donde voy a estar los próximos días, así que lo invento. Decido que me hospedo en Inhambane, en casa de un tal Ricardo Pereira da Gouveira que vive en la Avenida de la Revoluçao número 234. No es cierto, pero suena a portugués.\n\n

    \n\n

    El Fatima´s backpackers es el paraíso de los mochileros. Duermo en las literas y mi único compañero de habitación es un chico que hablar, no habla mucho, pero ronca como una locomotora... \n\n

    Por mañana a las 6.30h ya estaba en la calle, he visto amanecer Maputo. Ando despacio, con las manos en los bolsillos, sin prisa, sin mochila ni cámara.Coches abollados circulan calle arriba y calle abajo. Las chapas van atestadas de gente que va a trabajar.\n\n

    Las calles están sucias y hay montañas de basura por todas partes. Hay gente durmiendo en las aceras, encima de cartones. Al rato, aparecen algunas casas coloniales cual oasis en medio de un desierto de miseria. Hay agua que se escapa de algún tubo roto e inunda la calle formando charcos en los que los niños, siempre ajenos a todo, aprovechan para jugar.\n\n

    El mercado municipal a primera hora, es un colorido bullicio de mujeres correteando, venden pescado. Las moscas revolotean golosas por los distintos puestos y se te pegan a la piel, al igual que el sol que enseguida calienta. Me ofrecen camarones, aún no he desayunado, pero no digo que no.\n\n

    Sigo mi camino por el centro de la ciudad, los flamboyanes están en flor, y es un regalo para la vista ver las calles vestidas de ese precioso color naranja…\n\n

    \n\n

    \n\n

sioc:created_at
  • 2007-12-06 11:44:14
is sioc:creator_of of
is opmo:effect of
sioc:has_container
sioc:has_creator
sioc:has_reply
opmo:pname
  • http://lacomunidad.elpais.com/anna-sala/2007/12/6/maputo-mosambique (xsd:anyURI)
sioc:title
  • MAPUTO, MOÇAMBIQUE
rdf:type

Metadata

Anon_0  
expand all