LACOMUNIDAD.ELPAIS.COM_APOLVORINOS_2009_10_28_MONUMENTO-AL-GUARDA-FORESTAL

Gregorio Gil Fernández fue un hombre normal y corriente. Se limitaba a cumplir bien su trabajo. Desconocido para casi todos menos para sus amigos y compañeros, que no dudaron en erigirle un monumento a su muerte en el año 2000 para recordarle. Y colocaron el monumento precisamente en el lugar que tanto amaba. El lugar que era su lugar de trabajo y su razón de ser, el lugar al que dedicó su vida.\n\n

Yo no tuve el placer de conocer a Gregorio Gil pero el otro día paseando por “su” Sierra de Ronda me tope con el monumento. Una escultura simple pero bien trabajada colocada en lo alto de un monolito de piedra. A sus pies han plantado dos abetos pinsapos, una especie antaño presente en estas montañas y en la actualidad relicta en un bosque de la vecina sierra de Grazalema, en Cádiz.

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Gregorio Gil fue un guarda forestal de la sierra de Ronda. El monumento muestra lo que debió su vida entre árboles, animales y años y años de observación prismático en mano protegiéndose con su gorra del fuerte sol de la sierra.\n\n

No tuve duda de que el post de hoy lo dedicaría a tantos y tantos hombres que, como Gregorio, han vivido y viven para cuidar nuestros bosques y nuestras montañas. A todos ellos, gracias.\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n