PropertyValue
opmo:account
is sioc:container_of of
sioc:content
  • \n\n

    Me quedé con los lobos frente a frente. Separados eso si por la verja -que no jaula-, que rodea el vasto perímetro en el que esta manada de lobos ibéricos vive en semilibertad. Hace años ya entré en una jaula de lobos y cuando mi temor se centraba en no salir con algún mordisco, resulta que lo único que mordieron (más bien devoraron) fueron los cordones de mis botas. Eran 6-7 lobos que no llegaban al año de edad y aunque ya el tamaño impone, no es el mismo caso que el lobo de la foto, integrante de la manada adulta de Lobo Park. Cierto es que en este caso no estaba yo dentro del recinto, auque si aprovechando el mayor contacto que permite una porción de la valla sin malla protectora, diseñada, como es este caso, para asuntos fotográficos.\n\n

    Muy diferente es el caso de Daniel Weigend, fundador de este parque temático dedicado al lobo. Daniel es la única persona que entra con los lobos en el recinto y se integra en la manada. No es el primero ni el último que ha hecho esto en una manada de lobos (seguro que os viene a la memoria como a mí al querido Félix Rodríguez de la Fuente) pero hay una diferencia importante. Lo normal es integrarse en la manada ganándose el respeto de los integrantes como macho dominante, macho alfa. El caso de Daniel es diferente pues su particularidad estriba en que se integra en una manda que ya tiene macho alfa. Él lo hace formando parte de los machos beta o secundarios. Los que de hecho disputan la jerarquía a su jefe. De hecho esta simpática pose de la foto es el amigable gesto que uno de los machos beta dedica al macho dominante… Hacía fresquito, así que la actividad de los animales era mayor y los gestos de “amistad” se repetían.\n\n

    Caía la tarde y llegaba el momento de abandonar la compañía de los lobos cuando desde el recinto de los lobos europeos un ejemplar emitía un aullido espectacular. A él siguieron otros aullidos de otros miembros de la manada y a éstos los lobos canadienses y de Alaska de los recintos vecinos. En apenas tres o cuatro segundos el efecto aullido se había propagado por todo el valle y retumbaban los aullidos simultáneos de los 25 lobos con los que cuenta el centro. La carne literalmente se me puso de gallina. ¿qué mejor despedida de tan grata compañía? quiero pensar (de ilusión también se vive) que lo hicieron para despedirme...\n\n\n\n

sioc:created_at
  • 2009-12-16 20:26:52
is sioc:creator_of of
is opmo:effect of
sioc:has_container
sioc:has_creator
sioc:has_reply
opmo:pname
  • http://lacomunidad.elpais.com/apolvorinos/2009/12/19/aullando-con-lobos (xsd:anyURI)
sioc:title
  • Aullando con lobos
rdf:type

Metadata

Anon_0  
expand all