PropertyValue
opmo:account
is sioc:container_of of
sioc:content
  • \n\n

    Mi viaje a Zanzíbar fue cuando menos… simpático. Fue el resultado de unas merecidas vacaciones después de un año duro de trabajo. La primera vez que sentí la necesidad real de desconectar. Las opciones puestas sobre la mesa eran variadas: Cuba, México, Jamaica, Tailandia… al final la opción elegida fue Zanzíbar. Quizá tenía algo de lo que a priori carecían los otros destinos: tranquilidad y poco que hacer. Eso es lo que buscaba.\n\n

    \n\n

    La noche antes de salir de Madrid, recibí un mail de mi amiga Nuria, de la agencia de safaris Kibo, que me comentaba que precisamente esa mañana me había escuchado en la radio desde Tanzania. Son esas maravillas que tiene la técnica que se puede escuchar la radio por internet. Se trataba de una de las colaboraciones en Ser Aventureros. Esa noche Nuria me invitaba a ir de safari a Tanzania. Lamentablemente ya estaba todo cerrado y el viaje contratado y pagado por adelantado. \n\n

    En vacaciones, y especialmente ese año, no tenía ganas ni de pensar ni programar nada y tiré de un “todo incluido” en Zanzíbar. No soy muy amigo de los “todo incluido” pero reconozco que, en ocasiones tienen sus ventajas. Después de estar todo el año organizando y preparando viajes para los demás, en esta ocasión no tenía fuerzas ni para pensar en el mío. Necesitaba un “todo incluido” para no tener que pensar ni donde ir a cenar cada noche.\n\n\n\n\n\n\n\n

    \n\n\n\n

    Zanzíbar ha cambiado mucho y de una forma rápida. Antes no había muchos hoteles en la isla. Hoy se han multiplicado por su preciosa costa. Transcurrida una hora de traslado por carretera y pista de tierra desde el aeropuerto de Stone Town hasta el hotel, iba absolutamente preparado, presto y dispuesto para no hacer nada. Nada que no fuera dormir y tomar el sol. La cosa no iba a ser fácil pues me confieso culo inquieto desde el día que nací. No soy de los que se quedan horas sin hacer nada tomando el sol en una playa si al lado hay un bosque con colobos, como es el caso. Pero haciendo un esfuerzo máximo, la cosa estaba decidida. Tenía una semana por delante para no hacer nada más que descansar y leer un par de libros. Entre ellos viajaba conmigo “El Sueño de África”, de Javier Reverte.\n\n

    Cinco minutos después de pisar la recepción mi destino había cambiado. Nuria había dejado en un sobre los billetes de avión a Arusha y un coche me esperaba para comenzar el safari: Sinya, Manyara, Tarangire, Ngorongoro… ¿Qué creéis que hice? En efecto, no pisé la playa de Zanzíbar. Dejé mis cosas en la habitación, preparé una mochila con lo imprescindible para los safaris y…. regresé siete días después a Zanzíbar a recoger mis pertenencias y el vuelo de vuelta a Madrid desde Stone Town. Supongo deben guardar buen recuerdo de mi en el hotel. Es más, supongo debieron nombrarme cliente ejemplar del año. Un tonto que lo paga todo por adelantado y no consume ni un café…\n\n

    A estas alturas os preguntaréis ¿que hago contando esto en un blog de ecoturismo? Bueno realmente por la combinación de vuelos estuve un día en el hotel y lo dediqué por completo a conocer el arrecife coralino. Mañana os lo cuento.\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n

sioc:created_at
  • 2010-02-22 23:02:00
is sioc:creator_of of
is opmo:effect of
sioc:has_container
sioc:has_creator
sioc:has_reply
opmo:pname
  • http://lacomunidad.elpais.com/apolvorinos/2010/2/23/visitante-del-ano-zanzibar (xsd:anyURI)
sioc:title
  • Visitante del año en Zanzíbar
rdf:type

Metadata

Anon_0  
expand all