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Y como siempre que de visitar un espacio protegido se trata, soy de los que recomienda pasar previamente por la casilla de salida, es decir, una parada previa en el centro de interpretación de la naturaleza del espacio natural correspondiente. Es la mejor forma de sacar el máximo partido a la visita y de planificar mejor el tiempo para aprovechar la estancia en el lugar. Además, siempre se aprenden cosas interesantes. Como tiene la ventaja de que los paneles interactivos permiten interactuar con la información del centro, además como en el caso de los más pequeños de la casa “se aprende jugando”. Las infraestructuras medioambientales en este sentido han evolucionado mucho en los últimos años y no se escatiman medios a la hora de construir centros de visitantes. Los que salimos ganando somos nosotros. \n\n
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El Paisaje Protegido de los Pinares de Rodeno no es menos y cuenta con un buen centro de interpretación. Se trata de un edificio de grandes dimensiones en el que como no podía ser menos todo gira en torno a las formaciones rocosas -areniscas rojas fundamentalmente y caliza-, el pino rodeno –desde sus partes hasta sus usos- y el arte rupestre levantino. Al centro de Interpretación de Dornaque, cerca de Bezas, se accede por la carretera de Albarracín y Gea de Albarracín, la misma que recorre este singular paisaje así que de paso, nos metemos en harina. Después de visitar el centro, al recorrer de nuevo la carretera en busca de los lugares de interés, con esa harina haremos el mejor pan.\n\n
No abandono la sierra de Albarracín y me dirijo hacia el puerto del Portillo, el paso situado a casi 1.800 metros de altitud que me separa del Parque Natural de la Serranía de Cuenca, mi próximo destino. Pero antes una “post-parada” en la parte alta de los Montes Universales, en busca de los nacimientos del Tajo, el Cabriel, el Gallo y Guadalaviar. No está mal.\n\n
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