3 de enero 2010\n\n\n\n\n\n
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En 1536, el explorador español Pedro de Mendoza navegó por el estuario del río de la Plata y fundó el asentamiento de Nuestra Señora Santa María del Buen Aire. Mendoza tuvo que abandonar el lugar ante los ataques de los nativos. En 1580, Juan de Garay restableció el puerto y fundó la Ciudad de La Santísima Trinidad y Puerto de Santa María. Se ve que a los exploradores españoles les iban los nombres grandes, tal vez para dar más importancia a sus hazañas conquistadoras. Con lo fácil que hubiera sido llamarla Buenos Aires desde el principio. Buenos Aires nos espera. Última etapa del recorrido argentino. Tras un empacho (bendito empacho) de naturaleza en Iguazú, en el Fin del Mundo, en la Patagonia…, llega el turno para la gran urbe.\n\n\n\n\n\n
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Algunos conceptos aclaratorios sobre Buenos Aires:\n\n\n\n\n\n
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- La ciudad de Buenos Aires es la Capital Federal de Argentina. Tiene una población de tres millones de habitantes. Su gentilicio es “porteño”.\n\n
- El Gran Buenos Aires es la gran ciudad que componen la propia Buenos Aires y todos sus aledaños, el llamado conurbano bonaerense. En total, son 13 millones de habitantes.\n\n
- La provincia de Buenos Aires es la más extensa y más poblada (15 millones de habitantes) de todas las provincias de Argentina. Su gentilicio es “bonaerense”. La capital de la provincia es La Plata.\n\n\n\n\n\n
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Por tanto, después de esto supongo que habrá más lío todavía en los escasos lectores. El caso es que llegamos a Buenos Aires y comenzamos a padecer los rigores del verano austral. Y del tráfico y sus enormes avenidas. La avenida 9 de Julio, por ejemplo. Pensé que era la avenida más ancha del mundo, con 140 metros (de ancho), pero al parecer ese honor le corresponde a una avenida de Brasilia, aunque los porteños (véase párrafo explicativo) dicen que ésa no cuenta, porque realmente es una autopista. Yo lo que cuento son 16 carriles en la avenida 9 de Julio. La fecha corresponde a la declaración de independencia de Argentina, que tuvo lugar el 9 de julio de 1816. No hace falta aclarar que cruzar un semáforo en esta avenida es agotador.\n\n\n\n
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Es domingo, nuestro único domingo en Buenos Aires, y no se puede dejar de visitar el mercado o feria de San Telmo. Comienza en la calle Defensa, junto a la Plaza de Mayo, y termina en la emblemática Plaza Dorrego, tras una interminable sucesión de puestos de antigüedades, artesanía, discos de vinilo, máquinas viejas, piezas de fileteado (los artísticos carteles, típicamente porteños, con líneas espirales y mucho colorido) y casi cualquier tipo de objeto. Todo ello en medio de un ambiente festivo, multirracial, multicultural y todos los multi que queramos añadir. La plaza Dorrego es la segunda más antigua de Buenos Aires, tras la plaza de Mayo. El mercado finaliza con un desfile de grupos de percusión que ponen la guinda a una jornada festiva que me ha encantado. Es la llamada República de San Telmo, uno de los barrios auténticos de Buenos Aires, con sus calles estrechas y empedradas. En sus orígenes, San Telmo era el barrio donde residía el personal de la colonia. Hasta que la epidemia de fiebre amarilla de 1871 les hizo trasladarse al norte de la ciudad, dejando sus casas a los trabajadores inmigrantes.\n\n
\nTras la feria dominical, la Plaza Dorrego se convierte en un improvisado escenario de tango. Otro motivo más para disfrutar de este barrio. Apetece gritar aquello de “Viva la República… de San Telmo”.\n\n\n\n\n\n
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