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5 de enero 2010\n

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Me estoy marcando este famoso tango escrito en 1926 por Gabino Coria Peñaloza y musicado por Juan de Dios Filiberto, que dio nombre a este pintoresco lugar del barrio de La Boca. Aunque otras versiones dicen que fue este lugar el que inspiró al tango. Por tanto, no se sabe si fue antes el huevo o la gallina; o sea, el tango o el lugar. Sea como fuere, Caminito puede considerarse el único museo al aire libre de Argentina. \n\n

Realmente, Caminito es tan solo una pequeña calle peatonal junto a la llamada Vuelta de Rocha, la curva que hace el río Riachuelo antes de desembocar en el estuario del Río de la Plata. Precisamente, de ahí viene el nombre del barrio La Boca: de la desembocadura que formaba el Riachuelo. En el siglo XIX los colonos genoveses comenzaron a construir sus casas a lo largo del muelle. Se agrupaban en “conventillos”, unas precarias construcciones de chapa, con patios y balcones. Los inmigrantes pintaban las casas con la pintura sobrante de los barcos, y si no tenían suficiente con un color, utilizaban otros. De ahí el peculiar colorido de las casas de esta zona. Actualmente, Caminito está repleto de tiendas de artesanía y recuerdos, de pintores que venden sus láminas en la calle, de restaurantes que utilizan el tango como reclamo, y, sobre todo, de autobuses de turistas. Pero todavía conserva su encanto.\n\n

Y en el barrio de La Boca el fútbol es algo más que cotidiano. El Club Atlético Boca Juniors es el orgullo del barrio, y el estadio La Bombonera es otro de los lugares más visitados. Los colores del club, azul y amarillo, predominan en todo el barrio. La rivalidad futbolística en Buenos Aires alcanza unas cotas de pasión difíciles de entender, al menos para mí. Boca Juniors y River Plate son los dos grandes clubes del fútbol argentino. Al parecer, son dos mundos diferentes, con claras diferencias sociales. Si hay un personaje al que se idolatra en La Boca, ése es Diego Armando Maradona. En el barrio, hay Maradona hasta en la sopa. Está pintado en murales, colgado en fotografías gigantes, exhibido en muñeco hinchable, expuesta su camiseta en las tiendas... Maradona omnipresente, como si de un dios se tratase. A mí, personalmente, me parece un personaje repulsivo. Supongo que, después de escribir esto, tendré prohibido el acceso a La Boca a perpetuidad. Pero tampoco hacerme hincha de River. \n\n\n\n

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