PropertyValue
opmo:account
is sioc:container_of of
sioc:content
  • \n\n

    “Lorca, taller del tiempo”. No han podido elegir mejor slogan sus moradores para definir esta ciudad, miscelánea de imágenes retenidas con pegatinas de modernidad. Extendida en una vega acaramelada por las brisas tardías del mar, bajo la atenta mirada de una torre que marca el tañer de las horas, es una mezcla de tradición e innovación, esparto y huerta temprana.\n\n

    Entrar en Lorca y sentir como el tiempo revolotea sobre tu cabeza pero que no te martillea los sentidos, es una circunstancia que no me ha ocurrido en ningún otro lugar. El tiempo aquí, amigo viajero, en esta plana ciudad, tiene un calibre más exacto, el cielo cae más bruñido, el sol irrumpe con una intensidad inaudita.\n\n

    El lorquino aparenta la aspereza del albardín pero su interior rezuma el olor de la hierba buena y la templanza que el devenir del tiempo han ido sembrando los diversos pueblos que por ella pasaron. Es sencillo y amable, cortés y reservado.\n\n

    Soy poco propenso a enumerar, en estos bocetos viajeros, las obras humanas que han pasado a la posteridad, pero esta ciudad tiene un ramillete de monumentos, civiles y religiosos, que la colocan en el ranquin de las ciudades majestuosas del país y merece la pena que inscriba alguno de ellos. La casa de los Guevara es una muestra del barroco civil más representativo, como el castillo que la protege lo es de los siglos de vida musulmana, o la iglesia de la Merced, religioso, donde Don Fernando juró respetar los fueros de Lorca.\n\n

    Lorca, hoy, como ya lo fue en otras épocas, es un crisol de razas y culturas, que el tiempo irá cribando y, como el ave fénix, esta ciudad mitad rural, mitad onírica, volverá a volar ufana.\n\n

    La gastronomía de este pueblo está fundamentada en los productos que arranca a la huerta y a las ancestrales recetas culinarias que sus antepasados nazaríes dejaron esparcidas aquí y allí, en todos los rincones por los que rondaron. La sencillez no está exenta de calidad, como las migas con tropezones, la olla fresca y los derivados del cerdo y la caza.\n\n

    Acabo como empecé, Lorca, tiempo encorsetado en los varales de la prestancia, no te deja indiferente, te atrapa en sus silencios mortecinos, te envuelve con sus gasas amables y seductoras.\n\n

sioc:created_at
  • 2010-12-27 07:59:19
is sioc:creator_of of
is opmo:effect of
sioc:has_container
sioc:has_creator
sioc:has_reply
opmo:pname
  • http://lacomunidad.elpais.com/arobata60/2010/12/27/lorca (xsd:anyURI)
sioc:title
  • Lorca
rdf:type

Metadata

Anon_0  
expand all