LACOMUNIDAD.ELPAIS.COM_ARTESANA-DE-LA-PALABRA_2010_4_7_UN-VERDADERO-CUENTO-CHINO

¿Es chino o japonés?. No sabría decirlo, pero a decir verdad no hace mucha diferencia. En mi país toda persona de origen asiático, sea de donde fuere, es chino y morirá siendo chino. El chino está sentado en una sala donde todos parecen como locos, pero de remate. La algarabía del partido que televisan en pantalla gigante llena el pleno de un terminal aéreo que permanece abarrotado por cientos de viajeros. \n\n

En la pantalla chica se observa como calientan motores en el bullpen, mientras los fanáticos viajantes se dejan ver con sus camisas alusivas a sus equipos. La emoción de "la final" se siente en el ambiente. Pero el chino, vestido de traje gris, corbata y lentes ovalados, permanece incólume. Es ajeno a todo eso que le rodea. La pantalla, el parloteo, los gritos, vitoreos y hasta el parlante que anuncia los vuelos le son indiferentes.\n\n

El sigue ahí, mirando a lo lejos, como esperando algo que no es el vuelo y que pareciera andar buscando desde hace tiempo. Por mucho rato le observé. Pasaban los minutos y nada. Su pasividad in extremis me hizo perder la calma. \n\n¿Qué le pasa a ese chino?, era la pregunta que me atenazaba. \n\n\n

Allí seguía, callado, impasivo, perdido. ¿Será un kamikaze?, me volví a preguntar.\n\n\n

Sin poder aguantarlo más me levanté a hablarle, aunque la verdad no hablo chino. Algo se me ocurriría en el camino - pensé-, mientras avanzaba hacia él. De pronto, un roletazo por la segunda almohadilla alteró a los viajeros que como locos gritaban para que sacaran el out. Tan solo un mísero segundo distraje mi vista del objetivo, pues necesitaba mirar la jugada. Al volver de nuevo mi rostro hacia el chino, éste había desaparecido. \n\n\n

Todo se volvió negro. No supe quién gano el partido, ni la reacción del público, ni a qué hora llego mi vuelo. ¡Un coño!. Me bloqueé ipso facto. No recuerdo nada, sólo guardo la duda de si el puto chino sólo existió en mi mente. \n\n

BHE\n\n\n\n