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 \nAunque al sudeste asiático, casi siempre, le relacionemos con un paraíso tropical, es una de las regiones del planeta con más disputas armadas.\n\nUno de esos muchos conflictos armados se da en el sur de Tailandia, en las provincias de Yala, Pattani y Narathiwat, no muy lejos de esas playas típicas de postal atestadas de turistas.\n\nLas hostilidades, aunque desapercibidas y sin ninguna repercusión en los medios de comunicación, se han cobrado más de 4000 vidas desde el 2004 y esto no tiene pinta de mejorar. Las escaramuzas y los atentados con explosivos son algo cotidiano y eso que en las tres provincias está declarado el estado de emergencia.\n\nLa población acusa al gobierno de utilizar o consentir milicias y fuerzas paramilitares para luchar contra los insurgentes. Esto es negado por el gobierno pero la relidad es que hay una brutal campaña militar por parte del ejército en contra de la insurgencia que afecta a la población civil. La situación no ha hecho mas que empeorar y lo que es peor es que se empieza a denunciar que ambos bandos están reclutando a niños para adiestrarlos militarmente.\n\nPara entender el conflicto hay que remontarse a 1902, cuando esta región perteneciente al Sultanato de Patani, de mayoría musulmana, fue anexionada al reino budista de Siam, actualmente Tailandia. De los poco más de dos millones de personas que habitan estas provincias más del 80% son musulmanes.\n\nDesde entonces el estado budista ha intentado diluir su identidad y restringir los derechos de esta minoría musulmana de etnia malaya musulmana. Por eso algún grupo insurgente se ceba con los profesores y las escuelas, más de una centena de profesores han sido asesinados, los acusa de ser una herramienta del gobierno para implantar la cultura budista en detrimento de la musulmana.\n\nSería un error catalogarlo como conflicto religioso, ya que tan sólo uno de los cinco grupos que luchan contra el gobierno Tailandés llama a la guerra santa o yihad.\n\nEs un conflicto étnico y político. \n\nAl viajar por esta región no es difícil darse cuenta de que uno se encuentra en una zona donde las escaramuzas entre ambos bandos se suceden.\n\nNumerosos controles en la carretera, patrullas militares armadas hasta los dientes, detectores de metales en la entrada de los mercados, toque de queda en algunas ciudades, etc.\n\nEn parte del trayecto entre Pattani y Yala, fui escoltado por policías tailandeses armados con M16.\n\nLa idea que yo pueda tener no se puede acercar a la realidad, ya que en este país se mima al turista más que a sus propios ciudadanos, pero basta hablar con la población para ver lo que se cuece detrás del escenario.\n   
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