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Llevo mucho tiempo queriendo colocar un blog, en verdad no sabía de que tema tratar y no podía tenerlo más a mano, desde hace dos años y un par de meses vivo y trabajo en Brasil, al principio sólo y ahora con mi familia (que es de España), y relatar lo que acontece aquí semana a semana creo que puede ser un buen punto de inicio.\n\nPara que los que lean este blog puedan ubicarme voy a tratar de introducir brevemente mis inicios en éste país, que yo llamo de "Planeta Brasil".\n\nNada ni nadie me podía preparar para lo que estaba a punto de vivir cuando acepté la propuesta de mi empresa para trabajar y vivir en Brasil. Llegué a Brasil el 17 de febrero del 2005, concretamente a la ciudad de Manaus, desembarqué sin tener idea de portugués y menos de la cultura de aquí, hasta ese momento lo único que conocía eran las fotos que había visto en Internet y la pasión para el futbol y carnaval que se vive aquí.\n\nManaus me pareció, de entrada, una ciudad triste y sin color, con una humedad increible y una calor que es muy difícil aguantar, poco podía imaginar lo que ésta ciudad puede marcar a quien pasa mucho tiempo en ella como a mí me sucedió.\n\nEl primer mes lo pasé sin salir del hotel más que para ir a trabajar, me daba miedo todo y el no hablar portugués era un handicap, no obstante me las ingeniaba para hacerme entender.\n\nNo fue hasta el segundo mes que tras un día de trabajo que terminó a eso de las 2 de la noche no descubrí algo que me dejó impresionado, el Director del proyecto en el que trabajaba me dijo que podíamos ir a tomar una cerveza para aliviar la presión, yo en realidad no tenía ninguna gana de ir, con dolor de cabeza y con deseos de tomar un baño e ir a dormir, sin embargo me deje convencer, pero mis dudas de encontrar algún local a esas horas de la noche en una ciudad como Manaus no hacían más que crecer cuando nos dirigiamos por las solitarias calles hasta nuestro destino, de repente llegamos a una especie de aparcamiento donde había cientos de coches, el aparcamiento estaba completamente a oscuras y no se oía nada, descendimos una pendiente muy pronunciada y lo que vieron mis ojos no me lo podía creer, en una especie de nave sin paredes se agolpaban miles de personas bailando a un ritmo que no lograba descifrar, después de pagar una cantidad que no llegaba al Euro nos metimos allí dentro y aquello era increible, gente bailando por todo lugar un ritmo frenético con una banda que tocaba una música que hacía que la gente sudara y se agarrara a sus parejas como si fuera el último día de sus vidas, cuerpos esculturales bailando encima del escenario junto a la banda, aún sin quererlo todo ese ambiente me atrapó, era mi primera experiencia en un "Club de Forró", allí empezó mi constatación de que aquí la vida se vive de otra manera y que para un estranjero como yo era difícil de entender, más aún cuando todo lo que he dicho ocurría en un martes por la noche, en fín que se hicieron la cuatro ya allí aquello no decaía, con vistas al trabajo del día siguiente decidimos irnos antes de poder incurrir en una borrachera de cerveza y delirio de ritmo.\n\nEste fue el punto de inflexión en mi manera de percibir Brasil, pero como iré descubriendo en posteriores "posts", lo que ocurre en éste país no ocurre en el resto de paises, y eso es lo que diferencia a ésta gente.\n\nSi alguien que lea éste post lo hace desde Brasil, entenderá lo que estoy diciendo.\n\nLa semana que viene, actualizo.\n\n\n\n
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