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  • Bueno, ya estoy de nuevo aquí, en los últimos meses se han producido bastantes cambios y por eso no he podido actualizar éste blog con la asiduidad prometida, los cambios han empezado por un traslado de país, es decir, por motivos laborales he abandonado Brasil y estoy en México, concretamente en la Riviera Maya. \n\n Con el traslado familiar y el trabajo, sinceramente no he tenido ni tiempo de acercarme por aquí, pero ésto no va a impedir que siga relatando las vivencias de diversa índole que viví en ese planeta y algunas otras de lo que vaya pasando por aquí así como comentarios a la actualidad que se me puedan ocurrir.\n\n Para seguir con mis vivencias os voy a relatar lo que me pasó una tarde de domingo en Manaus, había sido una semana de trabajo intenso porque nos habíamos cambiado de oficinas y tuvimos que hacer toda la mudanza en un día, desmontar mesas, computadores, archivos, sillas, en fin, todo, y bajarlo por ascensor desde un 10º piso hasta una callejuela estrecha para cargarlo en un camión y hacer viajes hasta la nueva ubicación de las nuevas oficinas de la empresa en el puerto de Manaus, por tanto el fin de semana quería descansar, sin embargo, recibí una llamada de un conocido invitándome a pasar la tarde del domingo en un "balneario", yo imaginé un lugar al lado del río donde tomar algo, charlar y pasar la tarde, y me dije, ¿por que no?, acepté y primera sorpresa, yo pregunté a que hora nos veíamos y el dijo, "ahora mismo paso a recogerte", y eso era a las 12 del medio día, supuse que allí también se podría comer, me puse pantalón de deporte y un camiseta igual y bajé de mi habitación a esperarlo.\n\n Después de más de una hora y media de camino dentro de la ciudad (Manaus tiene mucha extensión) llegamos a una especie de colina en la que se veía una hilera de coches que hacían cola para subir, nos encaminamos para dicha fila y después de pagar 5 reales por cabeza subimos para allá, al iniciar el descenso lo que veía no me lo podía creer, de lugar al lado del río nada, en una extensión llana bastante grande había 2 escenarios bajo una carpa de uralita, 2 piscinas de tamaño olímpico y un montón de gente ya fuera bailando, comiendo, riendo, nadando, etc.\n\n Como es natural, la música no faltaba, cuando llegué estaba tocando la misma banda que la primera vez que tuve la oportunidad de asistir a un "Club de Forró", con las mismas bailarinas de quitar el hipo y con movimientos tan sensuales y provocativos que la imaginación se desbocaba, si en el lugar sólo hubiera gente adulta aún lo hubiera entendido, pero no, ahí había familias enteras con niños pequeños, bebes, adolescentes, abuelos y abuelas, en fin, grandes reuniones familiares, una gran barbacoa no dejaba de proveer carne a los asistentes (pagando claro) y muchos tenían la suya propia montada, cantidades ingentes de cerveza (Brahma, Skol, Antartica) y cientos de ambulantes vendiendo huevos de codorniz (ovos de codorna) hervidos y queso en brochetas (qeijo coalho lo llaman).\n\n Basicamente la gente bailaba, nadaba, comía y se divertía en una tarde de domingo, impresionaba ver toda esa cantidad de gente pasándolo en grande, sin que yo pudiera percibir que se preocuparan por algo que no fuera ese momento.\n\n Llegadas la diez de la noche deicidí que era hora de ir para el hotel, había comido, había bebido, no había bailado (para moverse como ellos hace falta mucha práctica), me había puesto enfermo viendo la cantidad de mujeres, jóvenes y no tan jóvenes que se movían de forma voluptuosa al ritmo de las bandas que fueron pasando por ahí y realmente estaba cansado y con ganas de pillar cama. Yo ya pensaba en que al día siguiente tenía trabajo, pero en el grupo que yo estaba no había nadie que se le pasara por la cabeza siquiera esa idea y menos la de tener que trabajar al día siguiente, me despedí, cogí un taxi y me fui para casa.\n\n Una vez más pude comprobar el contraste de gentes de éste país, ya sean muy ricos o muy pobres no hay preocupación lo suficientemente grande que los detenga ante una gran fiesta, por lo que supe después, estos lugares están repartidos por toda Manaus, y los domingos se llenan de gente que va a pasar el día, al ritmo de forró, pagode, axe, brega, etc.\n\n A la semana siguiente me encontré de nuevo con el grupo, me dijeron que esa noche se fueron más tarde de las 2 y que aún seguía la fiesta. \n\n Lo dicho, en éste planeta que se llama Brasil, la diversión ocupa un lugar importante en la lista de prioridades diarias de sus habitantes.\n\n Un saludo.\n\n
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  • 2008-03-28 17:34:39
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  • Cambios - Una tarde en el balneario.
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